Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Génesis 31:36-55

Génesis 31:36-55 DHH94I

Jacob se enojó y le reclamó a Labán con estas palabras: —¿Qué falta cometí? ¿Cuál es mi pecado, que con tantas ansias me has perseguido? Has registrado todas mis cosas, ¿y qué has encontrado de las cosas de tu casa? ¡Ponlo aquí, delante de tus parientes y de los míos, para que ellos digan quién de los dos tiene la razón! Durante estos veinte años que trabajé contigo, nunca abortaron tus ovejas ni tus cabras; nunca me comí un solo carnero de tus rebaños; nunca te traje los animales que las fieras mataban, sino que yo pagaba esa pérdida; si de día o de noche robaban ganado, tú me lo cobrabas. De día me moría de calor; de noche me moría de frío, ¡y hasta el sueño se me iba! Veinte años he estado en tu casa, y esto es lo que me tocó: por tus dos hijas trabajé catorce años a tu servicio; por tus animales trabajé seis años; y continuamente me cambiabas mi salario. De no haber estado conmigo el Dios de Abraham, el Dios que adoraba mi padre Isaac, estoy seguro que me habrías mandado con las manos vacías. Pero Dios vio mi tristeza y el resultado de mi trabajo, y anoche te reprendió. Entonces Labán le contestó a Jacob: —Las hijas son mis hijas; los nietos son mis nietos; las ovejas son mis ovejas; ¡todo lo que aquí ves es mío! Sin embargo, ¿qué les puedo hacer ahora a mis hijas, o a los hijos que ellas han tenido? Por eso, ven; tú y yo vamos a hacer un pacto, que va a servir como testimonio entre nosotros dos. Entonces Jacob tomó una piedra, la puso de pie como un pilar, y les dijo a sus parientes: —¡Junten piedras! Todos juntaron piedras para hacer un montón, y allí comieron, junto al montón de piedras. Labán llamó a ese lugar en su idioma «Jegar Sahadutá», y Jacob lo llamó en el suyo «Galaad». Entonces Labán dijo: —Hoy, este montón de piedras es testigo entre nosotros dos. Por eso se llamó Galaad ese lugar, y también se llamó Mispá, porque Labán dijo: —Que el Señor vigile entre nosotros dos, cuando ya no podamos vernos el uno al otro. Si maltratas a mis hijas, o si te casas con otras mujeres además de ellas, aunque no haya nadie como testigo entre nosotros, Dios mismo sea testigo. Y Labán siguió diciéndole a Jacob: —Mira, aquí están el montón de piedras y el pilar que he puesto entre nosotros dos. Ambos serán testigos de que ni tú ni yo cruzaremos esta línea para perjudicarnos. Que decida entre nosotros el Dios de tu abuelo Abraham y el de mi abuelo Nahor. Entonces Jacob juró por el Dios que su padre Isaac adoraba. Luego hizo Jacob sacrificios en el cerro, y llamó a sus parientes a comer. Todos ellos comieron, y pasaron la noche en el cerro. 55 (32.1) Al día siguiente por la mañana, Labán se levantó y les dio un beso a sus nietos y a sus hijas; después los bendijo, y regresó a su tierra.

Planes y devocionales gratis relacionados con Génesis 31:36-55

YouVersion utiliza cookies para personalizar su experiencia. Al usar nuestro sitio web, acepta nuestro uso de cookies como se describe en nuestra Política de privacidad