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Génesis 25:23-34

Génesis 25:23-34 DHH94I

y él le contestó: «En tu vientre hay dos naciones, dos pueblos que están en lucha desde antes de nacer. Uno será más fuerte que el otro, y el mayor estará sujeto al menor.» Llegó al fin el día en que Rebeca tenía que dar a luz, y tuvo mellizos. El primero que nació era pelirrojo, todo cubierto de vello, y lo llamaron Esaú. Luego nació su hermano, agarrado al talón de Esaú con una mano, y por eso lo llamaron Jacob. Isaac tenía sesenta años cuando Rebeca los dio a luz. Los niños crecieron. Esaú llegó a ser un hombre del campo y muy buen cazador; Jacob, por el contrario, era un hombre tranquilo, y le agradaba quedarse en el campamento. Isaac quería más a Esaú, porque le gustaba comer de lo que él cazaba, pero Rebeca prefería a Jacob. Un día en que Jacob estaba cocinando, Esaú regresó muy cansado del campo y le dijo: —Por favor, dame un poco de ese guiso rojo que tienes ahí, porque me muero de hambre. (Por eso a Esaú también se le conoce como Edom.) —Primero dame a cambio tus derechos de hijo mayor —contestó Jacob. Entonces Esaú dijo: —Como puedes ver, me estoy muriendo de hambre, de manera que los derechos de hijo mayor no me sirven de nada. —Júramelo ahora mismo —insistió Jacob. Esaú se lo juró, y así le cedió a Jacob sus derechos de hijo mayor. Entonces Jacob le dio a Esaú pan y guiso de lentejas. Cuando Esaú terminó de comer y beber, se levantó y se fue, sin dar ninguna importancia a sus derechos de hijo mayor.