1 (2) David se dirigió a Nob, a ver al sacerdote Ahimélec, que sorprendido salió a su encuentro y le dijo: —¿Cómo es que vienes solo, sin que nadie te acompañe? 2 (3) David le contestó: —El rey me ha ordenado atender un asunto, y me ha dicho que nadie debía saber para qué me ha enviado ni cuáles son las órdenes que traigo. En cuanto a los hombres bajo mis órdenes, los he citado en cierto lugar. 3 (4) A propósito, ¿qué provisiones tienes a mano? Dame cinco panes o lo que encuentres. 4 (5) Y el sacerdote le contestó: —El pan que tengo a mano no es pan común y corriente, sino que está consagrado. Pero te lo daré, si tus hombres se han mantenido alejados de las mujeres. 5 (6) David le respondió con firmeza: —Como siempre que salimos a campaña, hemos estado alejados de las mujeres. Y aunque este es un viaje ordinario, ya mis hombres estaban limpios cuando salimos, así que con más razón lo han de estar ahora. 6 (7) Entonces el sacerdote le entregó el pan consagrado, pues allí no había más que los panes que se consagran al Señor y que ese mismo día se habían quitado del altar, para poner en su lugar pan caliente. 7 (8) En aquella ocasión estaba allí uno de los oficiales de Saúl, que había tenido que quedarse en el santuario. Era un edomita llamado Doeg, jefe de los pastores de Saúl. 8 (9) David le dijo a Ahimélec: —¿Tienes a mano una lanza o una espada? Pues era tan urgente la orden del rey que no tuve tiempo de tomar mi espada ni mis otras armas. 9 (10) El sacerdote le respondió: —Sí. Tengo la espada de Goliat, el filisteo que tú venciste en el valle de Elá. Está ahí, detrás del efod, envuelta en una capa. Puedes llevártela, si quieres; más armas no tengo. David contestó: —Ninguna otra sería mejor. Dámela.
Leer 1 Samuel 21
Compartir
Comparar todas las versiones: 1 Samuel 21:1-9
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos