Ezequiel 44:13-31

»Ninguno de ellos se acercará a mí para servirme como sacerdote, ni se acercará a ninguna de mis cosas santas y santísimas, sino que cargarán con su vergüenza por las abominaciones que cometieron. Yo los pondré a cargo de la custodia del templo y para todo el servicio que haya de hacerse en él. »Los que se acercarán a mí para servirme serán los sacerdotes levitas hijos de Sadoc, pues ellos respetaron el ordenamiento del santuario cuando los hijos de Israel se apartaron de mí. Ellos podrán presentarse ante mí para ofrecerme la grasa y la sangre. —Palabra de Dios el Señor. »Solo ellos podrán entrar en mi santuario y acercarse a mi mesa para servirme, pero deberán respetar mis ordenanzas. Cuando entren por las puertas del atrio interior, se pondrán vestiduras de lino. Y cuando ministren en las puertas del atrio interior y dentro del templo, no deberán ponerse nada de lana. Se cubrirán la cabeza con turbantes de lino, y el cuerpo con calzoncillos de lino. No deben vestirse con nada que los haga sudar. Cuando salgan al atrio exterior para hablar con el pueblo, se quitarán las vestiduras con que hayan ministrado y las dejarán en las cámaras del santuario, y se pondrán otros vestidos para no santificar al pueblo con sus vestiduras. No se raparán la cabeza ni se dejarán crecer el cabello; solo se lo recortarán. Y cuando algún sacerdote deba entrar en el atrio interior, ninguno de ellos deberá beber vino. Tampoco tomarán por esposa a una viuda ni a una mujer repudiada, sino que tomarán por esposa a una doncella del linaje del pueblo de Israel, o a la viuda de algún sacerdote. »Los sacerdotes deberán enseñar a mi pueblo a distinguir entre lo santo y lo profano, y a discernir entre lo limpio y lo no limpio. En caso de pleito, su papel será el de jueces, y lo harán en conformidad con mis juicios. Además, cumplirán con mis leyes y mis decretos para todas mis fiestas solemnes, y santificarán mis días de reposo. No se acercarán a ningún cadáver, para no contaminarse. Solo podrán contaminarse si el cadáver es el de su padre o el de su madre, o el de algún hijo suyo, o hija, o hermano, o hermana que no se haya casado nunca. Después de que hayan sido purificados, se contarán siete días, y el día que entren al atrio interior para ministrar en el santuario, ofrecerán su expiación. —Palabra de Dios el Señor. »Los sacerdotes no podrán tener en Israel ninguna propiedad. Su propiedad soy yo. Comerán de la ofrenda y de la expiación y del sacrificio por el pecado. Suyo será todo lo que se consagre en Israel. De los sacerdotes serán los primeros frutos de todo, y todo lo que se presente de todas las ofrendas. De igual manera, se darán a los sacerdotes las primicias de todas sus harinas. Así la bendición se posará en sus casas. Y no comerán los sacerdotes la carne de aves o animales que hayan sido matados o desgarrados.