»Este es el sueño. Pero también haremos saber a Su Majestad la interpretación del mismo.
Su Majestad es rey de reyes porque el Dios del cielo le ha dado el reino, el poder, la fuerza y la majestad.
Dios ha puesto en manos de Su Majestad a la humanidad entera, lo mismo que a las bestias del campo y a las aves del cielo, con lo que ha dado a Su Majestad el dominio sobre todas las cosas, en todo lugar habitado. Su Majestad es la cabeza de oro.
Pero después de Su Majestad surgirá otro reino, inferior al de Su Majestad, y luego un tercer reino de bronce, el cual dominará sobre toda la tierra.
El cuarto reino será fuerte como el hierro, y como tal desmenuzará y romperá todas las cosas.
Los pies y los dedos que Su Majestad vio, y que eran en parte de barro cocido y en parte de hierro, serán un reino dividido, que tendrá algo de la fuerza del hierro, tal y como Su Majestad vio el hierro mezclado con el barro cocido.
Y como los dedos de los pies eran en parte de hierro y en parte de barro cocido, ese reino será en parte fuerte, y en parte frágil.
Y así como Su Majestad vio el hierro mezclado con barro, esos reinos se mezclarán por medio de alianzas humanas, pero no se fundirán el uno con el otro, así como el hierro no puede mezclarse con el barro.
Y en los días de estos reinos el Dios del cielo hará que surja un reino que jamás será destruido ni entregado a otro pueblo, sino que desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, aunque él permanecerá para siempre,
tal y como Su Majestad vio que del monte se desprendió una piedra sin que nadie la cortara, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha mostrado a Su Majestad lo que sucederá en el futuro. Este sueño es verdadero, y su interpretación es fiel.»