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Levítico 4:3-26

Levítico 4:3-26 NVI

»Si el que peca es el sacerdote ungido, haciendo con ello culpable al pueblo, deberá ofrecer al SEÑOR, como sacrificio para el perdón por su pecado, un ternero sin defecto. Llevará el novillo ante el SEÑOR a la entrada de la Tienda de reunión y pondrá la mano sobre la cabeza del novillo, al que degollará en presencia del SEÑOR. El sacerdote ungido tomará un poco de la sangre del novillo y la llevará a la Tienda de reunión. Mojará el dedo en la sangre y rociará con ella siete veces en dirección a la cortina del santuario, en presencia del SEÑOR. Después, el sacerdote untará un poco de la sangre en los cuernos del altar del incienso aromático que está ante el SEÑOR, en la Tienda de reunión. El resto de la sangre del novillo la derramará al pie del altar del holocausto, que está a la entrada de la Tienda de reunión. Luego, al novillo del sacrificio para el perdón de su pecado le sacará toda la grasa que recubre los intestinos y la que se adhiere a estos, los dos riñones y la grasa que los recubre, la grasa que recubre los lomos y también el lóbulo del hígado, el cual se extraerá junto con los riñones. Esto se hará tal y como se saca la grasa de la res para el sacrificio de comunión. Entonces el sacerdote quemará todo esto en el altar del holocausto, pero sacará del campamento la piel y toda la carne del novillo, junto con la cabeza, las patas, los intestinos y el excremento. Todo esto, es decir, el resto del novillo, lo sacará del campamento y lo llevará a un lugar ritualmente puro, al vertedero de la ceniza, y dejará que se consuma sobre la leña encendida. Sobre el vertedero de la ceniza se consumirá. »Si la que peca involuntariamente es toda la comunidad de Israel, toda la asamblea será culpable de haber hecho algo que los mandamientos del SEÑOR prohíben. Cuando la asamblea se dé cuenta del pecado que ha cometido, deberá ofrecer un ternero como sacrificio para el perdón de su pecado. Lo llevarán a la Tienda de reunión y allí, en presencia del SEÑOR, los jefes de la comunidad impondrán las manos sobre la cabeza del novillo y lo degollarán. Luego el sacerdote ungido tomará un poco de la sangre del novillo y la llevará a la Tienda de reunión. Mojará el dedo en la sangre y rociará con ella siete veces en dirección a la cortina en presencia del SEÑOR. Después untará un poco de la sangre en los cuernos del altar, que está ante el SEÑOR, en la Tienda de reunión. El resto de la sangre la derramará al pie del altar del holocausto, que está a la entrada de la Tienda de reunión, y sacará del animal toda la grasa, quemándola en el altar. Se hará con este novillo lo mismo que se hace con el de la ofrenda por el perdón de pecados. Así el sacerdote pedirá perdón por el pecado de ellos, y serán perdonados. Luego, sacará del campamento el resto del novillo y dejará que se consuma en el fuego, como el otro. Este es el sacrificio para el perdón por el pecado de la asamblea. »Si el que peca involuntariamente es uno de los gobernantes, e incurre en algo que los mandamientos del SEÑOR su Dios prohíben, será culpable. Cuando se le haga saber que ha cometido un pecado, llevará como ofrenda un macho cabrío sin defecto. Pondrá la mano sobre la cabeza del macho cabrío y lo degollará en presencia del SEÑOR, en el mismo lugar donde se degüellan los animales para el holocausto. Es un sacrificio para obtener el perdón de pecado. Entonces el sacerdote tomará con el dedo un poco de la sangre del sacrificio para el perdón y la untará en los cuernos del altar del holocausto, después de lo cual derramará al pie del altar del holocausto el resto de la sangre. Toda la grasa del animal la quemará en el altar, tal como se hace con el sacrificio de comunión. Así el sacerdote pedirá perdón por el pecado del gobernante y su pecado será perdonado.

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