Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Génesis 18:1-13

Génesis 18:1-13 NVI

El SEÑOR se apareció a Abraham junto al bosque de encinas de Mamré, cuando Abraham estaba sentado a la entrada de su tienda de campaña a la hora más calurosa del día. Abraham alzó la vista y vio a tres hombres de pie cerca de él. Al verlos, corrió desde la entrada de la tienda a saludarlos. Postrándose en tierra, dijo: —Mi señor, si este servidor suyo cuenta con su favor, le ruego que no me pase de largo. Haré que les traigan un poco de agua para que ustedes se laven los pies; luego podrán descansar bajo el árbol. Ya que han pasado por donde está su servidor, déjenme traerles algo de comer para que se sientan mejor antes de seguir su camino. —¡Está bien —respondieron ellos—, hazlo así! Abraham fue rápidamente a la tienda donde estaba Sara y le dijo: —¡Date prisa! Toma tres medidas de harina refinada, amásalas y haz unos panes. Después Abraham fue corriendo adonde estaba el ganado, eligió un ternero bueno y tierno y se lo dio a su sirviente, quien a toda prisa se puso a prepararlo. Luego les sirvió mantequilla y leche con el ternero que estaba preparado. Mientras comían, Abraham se quedó de pie junto a ellos, debajo del árbol. Entonces ellos preguntaron: —¿Dónde está Sara, tu esposa? —Allí en la tienda—, les respondió. —Dentro de un año volveré a visitarte —dijo uno de ellos—, y para entonces tu esposa Sara tendrá un hijo. Sara estaba escuchando a la entrada de la tienda de campaña, a espaldas del que hablaba. Abraham y Sara eran ya bastante ancianos. Sara ya había dejado de menstruar. Por eso, Sara se rio para sus adentros y dijo: «¿Acaso voy a tener este placer, ahora que ya he envejecido y siendo mi señor también ya viejo?». Pero el SEÑOR dijo a Abraham: —¿Por qué se ríe Sara, diciendo: “Será cierto que concebiré siendo ya tan vieja”?