Al día siguiente, madrugaron y fueron al desierto de Tecoa. Mientras avanzaban, Josafat se detuvo y dijo: «Habitantes de Judá y de Jerusalén, escúchenme: ¡Confíen en el SEÑOR su Dios y estarán seguros! ¡Confíen en sus profetas y tendrán éxito!». Después de consultar con el pueblo, Josafat designó a los que irían al frente del ejército para cantar al SEÑOR y alabar la hermosura de su santidad con el cántico: «Den gracias al SEÑOR, pues su gran amor perdura para siempre». Tan pronto como empezaron a entonar este cántico de alabanza, el SEÑOR puso emboscadas contra los amonitas, los moabitas y los del monte de Seír que habían venido contra Judá y los derrotó. De hecho, los amonitas y los moabitas atacaron a los habitantes de los montes de Seír y los mataron hasta aniquilarlos. Luego de exterminar a los habitantes de Seír, ellos mismos se atacaron y se mataron unos a otros. Cuando los hombres de Judá llegaron a la torre del desierto para ver el gran ejército enemigo, no vieron sino los cadáveres que yacían en tierra. ¡Ninguno había escapado con vida! Entonces Josafat y su gente fueron para apoderarse del botín. Entre los cadáveres encontraron muchas riquezas, vestidos y joyas preciosas. Cada uno se apoderó de todo lo que quiso hasta más no poder. Era tanto el botín que tardaron tres días en recogerlo. El cuarto día se congregaron en el valle de Beracá, y alabaron al SEÑOR; por eso llamaron a ese lugar el valle de Beracá, nombre con el que hasta hoy se le conoce. Más tarde, todos los de Judá y Jerusalén, con Josafat a la cabeza, regresaron a Jerusalén llenos de alegría porque el SEÑOR los había librado de sus enemigos. Al llegar a Jerusalén, fueron al Templo del SEÑOR al son de liras, arpas y trompetas. Al oír las naciones de la tierra cómo el SEÑOR había peleado contra los enemigos de Israel, el temor de Dios se apoderó de ellas. Por lo tanto, el reinado de Josafat disfrutó de tranquilidad y Dios le dio paz por todas partes.
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More numerous than the sands on the shore, are the Father’s thoughts of love towards you. You are His beloved child, and He is pleased with you! This devotional is an invitation for you to encounter the perfect, stunning nature of your heavenly Father. In His love, there is no striving and no fear, for you are in the palm of His hand.
3 Dias
En nuestro viaje de fe es inevitable que enfrentemos luchas espirituales en nuestro anhelo de obedecer y avanzar en las cosas de Dios. La Biblia es categórica en afirmar que nuestro adversario el diablo, deambula como un león rugiendo con feroz hambre, buscando a quien agarrar y devorar. Y aunque nuestro enemigo desea destruirnos, Dios asegura que en nuestra dependencia y sujeción a Cristo estará siempre nuestra victoria
¿Qué haces cuando la batalla a la que te enfrentas es demasiado grande para ti? No todos enfrentamos batallas militares, pero sí enfrentamos batallas mentales, fisicales, emocionales y muchas otras. Al enfrentar una batalla, es muy fácil ser derrotado incluso antes de que comience. La sociedad nos dice que nunca demostremos debilidad, pero el Señor nos dice que Su fuerza se demuestra mejor en nuestra debilidad.
La decisión de Dios, ¿quién la puede refutar? Si Él lo promete, y es Su decisión, Él lo cumplirá. Dios ha tomado decisiones acerca de ti, confía en Su plan.
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