Estoy tirado en el polvo; revíveme con tu palabra. Te conté mis planes y me respondiste. Ahora, enséñame tus decretos. Ayúdame a comprender el significado de tus mandamientos, y meditaré en tus maravillosas obras. Lloro con tristeza; aliéntame con tu palabra. Líbrame de mentirme a mí mismo; dame el privilegio de conocer tus enseñanzas. He optado por ser fiel; estoy decidido a vivir de acuerdo con tus ordenanzas. Me aferro a tus leyes. SEÑOR, ¡no dejes que pase vergüenza! Perseguiré tus mandatos, porque tú aumentas mi comprensión. Enséñame tus decretos, oh SEÑOR; los cumpliré hasta el fin. Dame entendimiento y obedeceré tus enseñanzas; las pondré en práctica con todo mi corazón. Hazme andar por el camino de tus mandatos, porque allí es donde encuentro mi felicidad. Dame entusiasmo por tus leyes en lugar de amor por el dinero. Aparta mis ojos de cosas inútiles y dame vida mediante tu palabra. Confirma a tu siervo tu promesa, la promesa que hiciste a los que te temen. Ayúdame a abandonar mis caminos vergonzosos, porque tus ordenanzas son buenas. ¡Anhelo obedecer tus mandamientos! Renueva mi vida con tu bondad.
Leer Salmos 119
Escuchar Salmos 119
Compartir
Comparar todas las versiones: Salmos 119:25-40
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos