Aconteció en los días de Amrafel, rey de Sinar, de Arioc, rey de Elasar, de Quedorlaomer, rey de Elam, y de Tidal, rey de Goyim, que estos hicieron guerra a Bera, rey de Sodoma, y a Birsa, rey de Gomorra, a Sinab, rey de Adma, a Semeber, rey de Zeboim, y al rey de Bela, es decir, Zoar. Estos últimos se reunieron como aliados en el valle de Sidim, es decir, el mar Salado.
Doce años habían servido a Quedorlaomer, pero en el año trece se rebelaron. En el año catorce, Quedorlaomer y los reyes que estaban con él, vinieron y derrotaron a los refaítas en Astarot Karnaim, a los zuzitas en Ham, a los emitas en Save Quiriataim, y a los horeos en el monte de Seir hasta El Parán, que está junto al desierto. Entonces volvieron a En Mispat, es decir, Cades, y conquistaron todo el territorio de los amalecitas, y también a los amorreos que habitaban en Hazezon Tamar.
Entonces el rey de Sodoma, con el rey de Gomorra, el rey de Adma, el rey de Zeboim y el rey de Bela, es decir, Zoar, salieron y les presentaron batalla en el valle de Sidim: es decir, a Quedorlaomer, rey de Elam, a Tidal, rey de Goyim, a Amrafel, rey de Sinar, y a Arioc, rey de Elasar; cuatro reyes contra cinco. El valle de Sidim estaba lleno de pozos de asfalto, y el rey de Sodoma y el de Gomorra al huir cayeron allí. Y los demás huyeron a los montes.
Entonces tomaron todos los bienes de Sodoma y Gomorra con todas sus provisiones, y se fueron. Se llevaron también a Lot, sobrino de Abram, con todas sus posesiones, pues él habitaba en Sodoma, y se fueron.
Uno de los que escaparon vino y se lo hizo saber a Abram el hebreo, que habitaba en el encinar de Mamre el amorreo, hermano de Escol y hermano de Aner, y estos eran aliados de Abram. Al oír Abram que su sobrino había sido llevado cautivo, movilizó a sus hombres adiestrados nacidos en su casa, 318 en total, y salió en su persecución hasta Dan.
Por la noche, él, con sus siervos, organizó sus fuerzas contra ellos, y los derrotó y los persiguió hasta Hoba, que está al norte de Damasco. Y recobró todos sus bienes, también a su sobrino Lot con sus posesiones, y también a las mujeres y a la demás gente.
A su regreso después de derrotar a Quedorlaomer y a los reyes que estaban con él, salió a su encuentro el rey de Sodoma en el valle de Save, es decir, el valle del Rey. Y Melquisedec, rey de Salem, sacó pan y vino; él era sacerdote del Dios Altísimo. Él lo bendijo, diciendo:
«Bendito sea Abram del Dios Altísimo,
Creador del cielo y de la tierra;
Y bendito sea el Dios Altísimo
Que entregó a tus enemigos en tu mano».
Y Abram le dio el diezmo de todo.
El rey de Sodoma dijo a Abram: «Dame las personas y toma para ti los bienes». Y Abram dijo al rey de Sodoma: «He jurado al SEÑOR, Dios Altísimo, creador del cielo y de la tierra, que no tomaré ni un hilo ni una correa de zapato, ni ninguna cosa suya, para que no diga: “Yo enriquecí a Abram”. Nada tomaré, excepto lo que los jóvenes han comido y la parte de los hombres que fueron conmigo: Aner, Escol y Mamre. Ellos tomarán su parte».