Pero Él arrastra a los poderosos con su poder;
cuando se levanta, nadie está seguro de la vida.
Les provee seguridad y son sostenidos,
y los ojos de Él están en sus caminos.
Son exaltados por poco tiempo, después desaparecen;
además son humillados y como todo, recogidos;
como las cabezas de las espigas son cortados.