Y dirás a este pueblo: «Así dice el SEÑOR: “He aquí, pongo delante de vosotros el camino de la vida y el camino de la muerte. El que se quede en esta ciudad morirá a espada, de hambre y de pestilencia; pero el que salga y se entregue a los caldeos que os sitian, vivirá, y tendrá su propia vida como botín.