¿Piensas entonces que vas a escapar del juicio de Dios, tú que juzgas a otros, pero haces lo mismo que ellos? ¿No ves que desprecias las riquezas de la bondad de Dios, de su misericordia y de su paciencia, al no reconocer que la bondad de Dios quiere llevarte a un cambio de mentalidad que se refleja en un cambio de conducta?