Pero les compartiré algo maravilloso, un misterio que ni yo entiendo totalmente: no todos moriremos, pero todos seremos transformados en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, al toque final de la trompeta. Pues sonará la trompeta y los muertos serán resucitados con cuerpos incorruptibles, y nosotros seremos transformados.