Entonces Saúl dijo a sus servidores:
—Búsquenme una mujer que sepa evocar a los muertos, para que yo vaya a ella y consulte por medio de ella.
Sus servidores le respondieron:
—He aquí que en Endor hay una mujer que sabe evocar a los muertos.
Saúl se disfrazó poniéndose otra ropa, y fue con dos hombres. Llegaron de noche a la mujer, y él dijo:
—Por favor, evócame a los muertos y haz que suba quien yo te diga.