Después de la muerte de Moisés, Dios habló con Josué hijo de Nun, que había sido ayudante de Moisés. Dios le dijo a Josué:
—Ahora que mi servidor Moisés ha muerto, te toca a ti guiar al pueblo de Israel. Cruza el río Jordán con todos ellos, y llévalos al territorio que les voy a dar.