Y habéis de ponerles la tarea del ladrillo que hacían antes, y no les disminuiréis nada; porque están ociosos, y por eso levantan la voz diciendo: Vamos y sacrificaremos á nuestro Dios.
Agrávese la servidumbre sobre ellos, para que se ocupen en ella, y no atiendan á palabras de mentira.