«Resoluciones comprometidas»Muestra
«Un corazón que busca la Palabra de Dios»
Un corazón dispuesto, hace más que buscar aprender más de la Palabra. Eso definitivamente forma parte del asunto, sin embargo, buscar la Palabra va más allá del mero estudio. Cuando surge un problema, una necesidad o una crisis, nuestros corazones quedan entrenados a hacer una cosa: buscar qué dice la Biblia al respecto. No hay otro lugar dónde buscar. Nuestro corazón queda fijado en un rumbo que lo lleva directo a la Biblia.
Las iglesias modernas invierten mucho tiempo y dinero, intentando buscar la manera de atraer más gente a su congregación. No se escatiman esfuerzos para garantizar la comodidad de la gente, la conveniencia de los estacionamientos y la limpieza de la guardería infantil. Se hacen estudios cuidadosos, para asegurar que el horario de servicios no presente conflictos con los ocupados horarios de la gente de hoy día. Si ofrecemos un ambiente suficientemente conveniente, atractivo y cómodo; y si nunca ofendemos a nadie, esperamos que la gente nos hará el favor de escucharnos enseñar la Biblia, una o dos veces por semana.
Jesús no tuvo la ventaja de las técnicas modernas de investigación de mercado, ni tuvo a la mano los resultados de investigaciones psicológicas que le mostraran los efectos que tienen ciertos colores, para crear un ambiente cálido y propicio para la adoración. Lo que Él hizo fue decir a sus discípulos potenciales, que ni siquiera podía garantizarles un lugar dónde recostar sus cabezas y que seguirlo, les costaría la vida. Sin embargo, y a pesar de esto, Él infundió en sus discípulos un corazón decidido a buscar la Palabra de Dios. Cuando otros dejaron de seguir a Cristo, Pedro habló en nombre de los doce: «Señor; ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna».
El énfasis recae sobre una idea, amar la Palabra de Dios. David confiaba en la Palabra, había puesto su esperanza en la Palabra y buscaba la Palabra. Sin embargo, él comprendió que nada, absolutamente nada, podía ser más importante que su amor por la Palabra de Dios. David había puesto sus prioridades en el orden correcto. No hay nada más importante para su crecimiento espiritual que amar la Palabra de Dios. A través de la Biblia, usted llega a conocer a Dios. Descubre sus caminos. Lee su mente. Aprende los preceptos que le guiarán por la vida. En sus páginas, encuentra los recursos que necesitará para enfrentar cualquier situación.
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Acerca de este Plan
David no pide nada del Señor sin antes comprender que existe la necesidad de compromiso por su parte. Dispersados en los versículos 41 a 48 del Salmo 119, hallamos algunos vistazos de las decisiones que David había hecho en su corazón respecto a la Palabra de Dios. Te invito a conocerlas y apropiarte de ellas para tu vida también.
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Nos gustaría agradecer a Jeff Adams en convenio con el Centro Network por facilitarnos este plan. Para obtener más información, por favor visítenos en: www.visitgraceway.org www.elcentronetwork.com