Las Parábolas de JesúsMuestra

LOS GRANJEROS MALVADOS
Como muchísimos otros, la parábola primeramente trata sobre nuestra respuesta. ¿Responderemos a las peticiones que Dios tiene para nuestras vidas? ¿O rechazamos a Sus mensajeros en favor de nuestra disposición o nuestra agenda? ¿Vivimos productivamente trabajando para «producir frutos» para Dios en respuesta a Él, bendiciéndonos con el privilegio de servirle? La parábola nos recuerda del privilegio de vivir una relación en alianza con Dios, pero ese privilegio siempre viene con su responsabilidad.

También es crucial preguntarnos cómo respondemos a los mensajeros de Dios en nuestras vidas. Mientras Dios puede hablar con nosotros a través de ángeles, sueños o visiones, a través de la historia Su método primario de comunicación ha sido a través de las personas. El pueblo de Dios constantemente rechazó a los profetas en favor de su propio entendimiento y deseos, y podemos tender a rechazar a la gente que está a nuestro alrededor, quienes están hablando la palabra de Dios a nuestras vidas por las mismas razones. Amigos, familia, miembros de la iglesia y líderes de la iglesia, no han sido llamados a respaldar y alentar cualquier comportamiento que tomemos como apropiado. No, si verdaderamente nos quieren a Jesús y a nosotros, nos confrontarán y corregirán para que podamos ser más como Cristo.

Así que, ¿cómo respondemos cuando Dios intenta alentarnos o corregirnos a través de otros, del Espíritu Santo o de Su palabra? ¿Eres humilde y receptivo, considerando cuidadosamente sus palabras? ¿O eres cabezota e inflexible, arraigado a tus costumbres?