ReinicioMuestra

Día 1: ¡Eres Único!

¿Sabías que tus huellas dactilares son únicas? No hay dos personas en el mundo con las mismas huellas. ¡Es increíble! Este descubrimiento, además de ser importante para identificarnos, nos muestra que cada uno de nosotros es especial y diferente a todos los demás.

Y no solo tus huellas son únicas, ¡tú también lo eres! No existe otra persona igual a ti en todo el planeta. Incluso si tuvieras un gemelo, seguirían siendo diferentes en muchas cosas. Tus gustos, lo que te interesa, tus habilidades, dónde naciste, tu familia, el idioma que hablas y hasta lo que comes te hacen ser quien eres: ¡único!

David, un gran músico y poeta del antiguo Israel, escribió una canción expresando lo asombrado que estaba por la forma en que Dios lo había creado (Salmo 139:14-16). David entendió que era una creación admirable, que cada parte de su cuerpo había sido formada con cuidado y detalle, y que tenía un propósito incluso antes de nacer. ¡Dios mismo lo estaba cuidando desde el vientre de su madre!

La razón por la que eres único en este mundo es porque fuiste creado por Dios. Él te dio una combinación especial de características físicas, género y habilidades en un momento y lugar específico de la historia. ¿Alguna vez te has preguntado cuál es tu propósito en la vida? Seguramente es mucho más que comer, dormir y jugar a tu videojuego favorito. Tienes muchas habilidades por descubrir. ¿Cuál es tu mayor sueño? ¿Qué te gustaría lograr cuando seas mayor?

El mismo Dios que te formó de una manera tan especial dentro del vientre de tu mamá está contigo para guiarte por el camino que él preparó para ti. Hazte amigo de Dios y escucha cuando te habla para aconsejarte.

Reto del día: "Carta a mi futuro yo"

Escribe una carta a tu "yo" del futuro. En ella, expresa tus sueños, tus aspiraciones y lo que esperas lograr en la vida.

Oración del día:

Querido Dios, gracias por haberme creado de una manera tan maravillosa. Te pido que me ayudes a verme como tú me ves y a descubrir todas las habilidades que me has regalado. En el nombre de Jesús, amén.