Iglesia AutoinmuneMuestra
Un solo cuerpo
Jesús nos enseñó, a través del funcionamiento del cuerpo humano, la manera que debemos de vivir como una Iglesia unida. Siendo Él la cabeza que guía y dirige, nosotros, como miembros de un solo cuerpo. Pero la realidad es que la Iglesia se ha dividido, no se vive en armonía y unidad como Jesús lo diseño desde su fundación. Cada iglesia se ha separado la una de la otra en búsqueda de la “Sana Doctrina”, creyendo que su asignación es la única y verdadera. Acusando, criticando, juzgando y rechazando a las otras que no siguen el mismo camino que ellas.
Somos un solo cuerpo, queramos o no. La Iglesia es solo una y Cristo vendrá por ella, así que nuestra tarea es seguir edificando el cuerpo, no dañando ni destruyendo, sino llevando a la madurez aquellos quienes se desviaron por alguna razón (me refiero a las iglesias que mencioné en el día 1 de este plan).
Cuando criticamos, juzgamos o rechazamos a otras iglesias nos estamos haciendo daño a nosotros mismos, debemos de entender que no todos tenemos la misma asignación, algunos serán llevados a las calles para evangelizar, otros a enseñar las Escrituras a profundidad, algunos a enviar misioneros por el mundo, dar comida a los más necesitados, levantar iglesias en lugares inhóspitos, llenar estadios para campañas, y podría seguir con muchos más ejemplos pero mi intención es que entendamos que todos tienen su propia asignación y es la verdadera. Están contribuyendo con la tarea que les fue dada a través del Espíritu Santo. No todos podemos hacer las mismas funciones, por eso fuimos llamados como un cuerpo que tiene varios miembros pero cada uno cumple con lo que se le ordena.
Molesta, y nuestro celo religioso entra en juego, cuando observamos congregaciones que se desviaron, pero en vez de juzgarlos o criticarlos, oremos por ellos, hablemos con sus líderes para que puedan abrir los ojos, intercedamos para que el Espíritu Santo les hable, si hay frutos en nosotros se darán a conocer por la manera en la que confrontemos estas situaciones. Pero mi súplica es que lo hagamos como quisiéramos que lo hicieran con nosotros, si por alguna razón perdemos el camino.
“Divide y vencerás”, esta es la estrategia que utiliza Satanás en contra de la Iglesia y no se va a cansar hasta lograrlo. Pero en Cristo somos más que vencedores. De ahora en adelante es nuestra responsabilidad trabajar por la unidad de la Iglesia en general, como un solo cuerpo. Así que tenemos que prepáranos para llegar al altar como una novia madura y purificada que espera el regreso de su Amado.
Oración: Señor Jesús, anhelamos ser la iglesia que tu esperas y deseas. Enséñanos a caminar en unidad y ser guiados por Tu Espíritu Santo, así alcanzar el propósito perfecto y eterno que tienes para nosotros. Gracias por los diversos dones, ministerios, asignaciones y talentos dentro de la iglesia, prepáranos para Tu pronto regreso. Amén.
Acerca de este Plan
Estamos en un tiempo donde la iglesia sufre de forma grave y lamentable una enfermedad autoinmune. AUTO (a si mismo) e INMUNE (resistente). La iglesia en lugar de esperar el regreso de Jesús en unidad y armonía, se ataca a si misma. Y no solo me refiero a la iglesia de una manera institucional, sino que de todos los cristianos alrededor del mundo que forman parte del cuerpo de Cristo. En vez de apoyar y contribuir con la gran comisión, nos hemos dedicado a criticar, juzgar y rechazar.
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Nos gustaría agradecer a Sergio Andrés González por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/sergioandres_gb/