Creer Y Descansar, Para Su Herencia AlcanzarMuestra

En consecuencia, de haber sido adoptados como hijos de Dios por gracia, somos favorecidos, y la voluntad de Dios entra en acción al llevarnos de nuevo a Génesis 1, al lugar de la plenitud en Dios, al lugar de Su reposo, a vivir con Él y a disfrutar de la herencia de sus promesas.

Parte esencial de reposar en Dios es saber que parte de su herencia tiene que ver también con saber que hemos sido redimidos, rescatados de las garras de la muerte y de la destrucción eterna; al igual que el ser perdonado de todos nuestros pecados, pasados, presentes y futuros, no te parece maravilloso tener una herencia como esta. Incorruptible, incontaminada, inmarchitable, porque estamos escondidos con Cristo en Dios, desde ahora y para siempre.

Ahora, parte de entender la herencia que tenemos en Dios implica también poder entender la buena voluntad de Dios, y esta está ligada con la buena intención de su corazón (Efesios 1:5). La palabra en el griego para la buena intención de Su corazón es “Eudokía” que tiene que ver con complacencia. Dios se complace en este deseo y también tiene relación con el propósito divino que no es cualquier propósito. Es el buen propósito de que conozcamos a Cristo, porque Cristo es la llave para experimentar la buena voluntad de Dios para nuestras vidas.

Ahora como ya hemos estado viendo en esta serie de devocionales que encuentras en YouVersion, necesitamos primero creer, luego descansar en lo que creemos, para finalmente poder recibir lo que, por gracia, Dios en su Hijo Jesucristo ya nos ha entregado como parte de la herencia de poder conocerlo y disfrutarlo.

Tal vez a estar alturas, te preguntes: - Bueno Guillermo, ¿cómo sé que soy heredero de Cristo?

Bien, te animo a continuar leyendo el Cap.1 de Efesios vers.13 y 14. Allí Pablo nos asegura que: “En Él también ustedes después de escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio de su salvación, y habiendo creído fuisteis sellados en Él con el Espíritu Santo de la promesa, que nos es dado como garantía de nuestra herencia, con miras a la redención de la posesión adquirida de Dios para alabanza de su gloria".

El Espíritu Santo, morando en tu interior, es la garantía de tu herencia; así que la herencia en Cristo, no es que Él nos va a entregar millones de dólares, aunque también puede hacerlo, pero no se tratade eso. Nuestra herencia no es simplemente material pues sería decepcionante. Nuestra herencia es imperecedera, es atemporal, es eterna. ¿No te parece esto maravilloso?

Nuestra herencia es que, como hijos de Dios, vamos a ser parte de la familia de Dios, después de que partamos de este mundo. Como te decía al comienzo de estas reflexiones, la vida aquí es corta, es temporal. ¿Pero y qué después? Esto es lo que Cristo precisamente vino a organizar, a resolver al hacerse hombre por amor a los seres humanos.

Sin duda alguna, todos queremos un buen final para el día que partamos de esta tierra, pero cuando llegue ese final, es cuando nos encontraremos con la disyuntiva y la pregunta final: ¿adónde voy? ¿qué hay delante? ¿cuál es mi destino? Pero para los que hemos creído, hemos descansado en sus promesas, no habrá dudas, solo la certeza de que escucharemos a Cristo, quien nos dirá: ¡Bienvenidos a casa, amados de mi Abba Padre!

Escrito por Guillermo Hernández y Equipo TopCristianos

En TopCristianos esperamos que este plan devocional haya sido de bendición para tu vida. Queremos que sepas que alrededor del mundo hay un grupo de personas orando por ti y por tu crecimiento espiritual porque creemos que ¡eres una bendición!

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