La Guerra Espiritual Para Una Vida De Intimidad Con DiosMuestra

Según estos pasajes bíblicos descubrimos que el espíritu de miedo o temor no procede del Señor. Entonces, ¿de dónde viene? Del diablo. Pablo advirtió que la pasión de Timoteo en relación al ejercicio de sus dones estaba decreciendo. ¿Cuál era la causa? La intimidación. Algo parecido sucedió con Elías cuando Jezabel lo amenazó de muerte: “Que los dioses me hieran e incluso me maten si mañana a esta hora yo no te he matado...”. Elías tuvo miedo y huyó para salvar su vida...”, 1º Reyes 19:2-3 (NTV). El mismo día en que Elías vio descender fuego del cielo y fue testigo del más grande avivamiento también fue visitado por hordas de temor que se activaron por medio de palabras amenazantes, al punto de huir para salvar su vida. Dios deseaba que Elías terminara su trabajo, pero él se rindió. Se llenó de temor. Siempre ocurre así: el miedo nos desplaza del lugar que Dios quiere para nosotros. Elías tomó la dirección equivocada. ¿Y cómo lo sabemos? Porque después de haber caminado cuarenta días, Dios le dijo: “¿Qué haces aquí Elías?”, 1º Reyes 19:9 (NTV). En otras palabras: “¿por qué abandonaste tu lugar?”. Dios pretendía que Elías regresara y enfrentara a Jezabel, como lo había hecho con los profetas de Baal. Elías había desertado de su misión a causa del miedo, pero venció con oración y ayuno. No olvides el consejo del rey David: si queremos tener éxito con Belial debemos empuñar armas de hierro y asta de lanza (2º Samuel 23:7); es decir, ayuno y oración. Y eso precisamente fue lo que hizo Elías. Cuarenta días de ayuno y oración en el monte de Dios demolieron la fortaleza espiritual de temor.