Cómo ser libres de una conciencia perturbadaMuestra
“… Acerquémonos a Dios… limpios nuestros corazones de mala conciencia…”, Hebreos 10:22 (DHH).
Una cosa es tener paz con Dios y otra es tener paz con nosotros mismos. El que no está en paz con Dios, tampoco lo está con su conciencia. Y no hay peor tormento que una conciencia perturbada. Así como el traje espléndido de un rey no mitiga el dolor de un cuerpo enfermo, ninguna cosa de este mundo alegra la conciencia cuando está aturdida y turbada. Cuando Moisés les dijo a los israelitas que Dios los sacaría de Egipto ellos “no quisieron escucharlo… porque estaban demasiado desalentados…”, Éxodo 6:9 (NTV). Ana subía todos los años a Silo para participar de la fiesta en el tabernáculo del Señor, pero “lloraba y no comía”, 1ª Samuel 1:7. No podía disfrutar porque tenía el corazón afligido, 1ª Samuel 1:8. Así sucede muchas veces. Participamos de los cultos, escuchamos la Palabra de Dios y declaramos sus hermosas promesas, pero no podemos recibir la vida que se nos ofrece porque nuestro corazón están mortificado, angustiado y desconsolado. En otras palabras, ¡no tenemos paz!
Si quieres experimentar paz debes primero estar en paz con Dios. ¡Cuidado con querer sanar la conciencia con otra cosa que no sea el óleo refrescante de Cristo! Jesús dijo: “Encuentran paz en mí”, Juan 16:33 (PDT). Y después dijo: “Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón…”, Juan 14:27 (NTV). El apóstol Pablo dijo: “Tenemos paz… por medio de nuestro Señor Jesucristo”, Romanos 5:1 (NVI); Efesios 2:14.
Acerca de este Plan
¿Estás cansado de que tu mente esté llena de preocupaciones? ¿Buscas PAZ en medio de pensamientos que te atormentan? Puedes cambiar tu realidad de cada día en simples pasos con la ayuda del Señor.
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Nos gustaría agradecer a José Luis Cinalli - Silvia López de Cinalli por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesiadelaciudad.com.ar