Mi Enfoque Es La EternidadMuestra

Estamos llamados a no conformarnos con los patrones de este mundo, sino a ser transformados por la renovación de nuestras mentes. El mundo nos bombardea constantemente con sus valores, prioridades y presiones, a menudo en desacuerdo con la voluntad de Dios. Esta conformidad puede alejarnos de nuestra fe, oscurecer nuestra visión de la eternidad y hacernos enfocar en las cosas temporales.

La transformación a la que Dios nos llama no es superficial; es una renovación profunda de nuestras mentes y corazones. Este proceso de renovación nos permite discernir y vivir de acuerdo con la voluntad de Dios, que es buena, agradable y perfecta. Es a través de esta transformación que nos alineamos más con los propósitos eternos de Dios, en lugar de ser arrastrados por las corrientes pasajeras de este mundo.

Para que ocurra esta transformación, necesitamos identificar y alejarnos de las influencias mundanas que moldean nuestras vidas. Esto puede incluir el entretenimiento, la cultura, las expectativas sociales o incluso patrones de pensamiento que no están en conformidad con la Palabra de Dios. Al exponernos continuamente a las Escrituras, la oración y la comunidad cristiana, renovamos nuestras mentes y nos alineamos más plenamente con la voluntad de Dios.

Reflexiona sobre las influencias mundanas que pueden estar moldeando tu vida. Pregúntate: ¿Qué ha estado moldeando mis pensamientos, valores y comportamientos? ¿Cómo puedo reemplazar estas influencias con las verdades de Dios? Haz un compromiso de buscar esta transformación dedicándote más a la lectura de la Biblia, la oración y la comunión con otros creyentes.

Oración: Señor, transforma mi mente y mi corazón para que pueda vivir de acuerdo con Tu voluntad. Ayúdame a no conformarme con los patrones de este mundo, sino a ser renovado por Tu verdad. Que mi vida refleje Tus propósitos eternos y Tu voluntad perfecta. En el nombre de Jesús, amén.