Siguiendo a Jesús DiariamenteMuestra

¿Cómo oro a Dios?

Reflexión: La oración es un diálogo íntimo con Dios. Es a través de la oración que nos comunicamos con el Creador, compartiendo nuestros pensamientos, preocupaciones, alegrías y agradecimientos. La oración nos conecta al corazón de Dios y nos ayuda a alinear nuestras vidas con Su voluntad.

Orar a Dios no requiere palabras elaboradas o fórmulas especiales. Jesús nos enseñó a orar con simplicidad y sinceridad. La oración del Padre Nuestro es un modelo poderoso que cubre diferentes aspectos de la oración: adoración, súplica, confesión e intercesión. Podemos comenzar reconociendo la santidad de Dios, pidiendo por Su reino y voluntad, presentando nuestras necesidades diarias, pidiendo perdón y protección contra el mal.

La oración es también un momento de escucha. Dios nos habla de varias maneras, a través de Su Palabra, del Espíritu Santo y de otras personas. Es importante tener momentos de silencio en la oración, permitiendo que Dios nos guíe y revele Su voluntad.

Desafío: Reserva un tiempo hoy para una oración sincera y personal. Comienza adorando a Dios, presenta tus preocupaciones y agradece por las bendiciones recibidas. Escucha atentamente para oír la voz de Dios.

Oración: Padre Celestial, gracias por el privilegio de poder hablar contigo en oración. Ayúdame a ser sincero y transparente delante de ti. Que mi oración sea una expresión de mi amor y confianza en ti. Habla a mi corazón y guíame en tus caminos. En el nombre de Jesús, amén.