¿Por Qué Jesús Predicaba a Través De Parábolas?Muestra

Las parábolas y el juicio de Dios

¿Quiénes estaban entre el público cuando Jesús dijo que predicaba en parábolas para que los que le vieran no vieran y los que le oyeran no entendieran? ¿A quién se dirigía? Porque está claro que algunas personas sí creyeron en Él durante el tiempo que estuvo en la Tierra. Le seguían multitudes, y entre ellas había personas que confiaban en Él y apoyaban su obra. Él no estaba hablando solo a los discípulos que comenzarían la iglesia después de que Él ascendiera al Cielo.

Jesús hacía referencia a los judíos en Israel. Ellos tenían una relación de pacto con Dios como nación. Esto no quiere decir que cada israelita era un creyente, ese no era el caso. Muchos creían, pero muchos otros no. Sin embargo, Dios había establecido una relación especial con esta nación. Él quería usarlos como un conducto para la proliferación de su mensaje en todo el mundo, pero ellos fallaron en esa tarea.

A Israel se le había dado mucho, ¡pero habían desperdiciado lo que se les había dado durante cientos de años! Jesús citó a Isaías 6. El mensaje de Isaías al pueblo era que Él predicaría, pero el pueblo de Israel no lo escucharía ni le prestaría atención. Isaías estaba profetizando en el 700 a.C. y sin embargo Jesús experimentó la misma indiferencia cientos de años después.

Dios había sido muy paciente con Israel. Les había hablado de muchas maneras diferentes a lo largo de todos los tiempos, a través de profetas, de milagros, de señales. Y con Jesús, Dios le hablaba a Israel a través de su propio Hijo. Les habló y como nación, rechazaron a su Mesías. Jesús lo entendía.

Así que Él habló a Israel en parábolas. Éstas eran una expresión de juicio. Si lo imitas, si predicaras como lo hizo Jesús a esa audiencia, estarías practicando un método que pretendía expresar juicio.

Dios, ¡cuánta paciencia me has demostrado a lo largo de los años! ¡Cuántas veces me has bendecido y equipado para difundir tu mensaje a otros! Por favor, ayúdame a reconocer tu obra en mi vida. Ayúdame a cumplir con las tareas que me das. No permitas que desperdicie las bendiciones que he recibido.