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Celebrando tu BautismoMuestra

Celebrando tu Bautismo

DÍA 27 DE 30

1ª Juan 5 nos dice que hay tres testigos de que Jesús es el Hijo de Dios: el agua, la sangre y el espíritu. En la práctica judía, se requieren varios testigos para confirmar un asunto. De este pasaje surgen dos pensamientos interesantes que prueban que Jesús es el Hijo de Dios y que tienen que ver con la sangre y el agua.

1 – La muerte de Cristo

Cuando Jesús fue crucificado, sólo un discípulo estuvo presente en su muerte: Juan. Todos los demás estaban esparcidos, por lo que se perdieron una parte esencial de la crucifixión de Jesús que cumplió una profecía en el Salmo 34:18: “Ninguno de sus huesos será quebrado”.

La crucifixión asfixiaba a la víctima porque no podía llevar suficiente oxígeno a sus tejidos. Si quisieran acelerar el proceso, le golpearían las piernas con un garrote y las romperían, eliminando así su capacidad de empujarlas para obtener más oxígeno.

Cuando Jesús murió, entregó su espíritu al principio del proceso de crucifixión. En lugar de golpear las piernas de Jesús con un garrote, le traspasaron el costado con una lanza. Cuando lo hicieron, brotó sangre y agua, mostrando que Él ya estaba muerto; Sus pulmones estaban llenos de agua.

2 – Momentos en la vida de Jesús

El agua representa su bautismo, donde Jesús salió del agua, el Espíritu Santo descendió sobre Él como una paloma y Dios Padre dijo: “Este es mi Hijo, y estoy muy complacido con Él”.

La sangre representa la crucifixión, donde Dios habló a través de diversas acciones, incluido un cielo oscuro durante el día y el velo del templo rasgado de arriba a abajo.

Independientemente de la vena que elijas seguir para el testimonio de la sangre y el agua, ellos dan testimonio de que Jesús es el Hijo de Dios. Pero ¿qué pasa con el Espíritu?

El Espíritu testifica que Jesús es el Hijo de Dios dos veces en Su vida, en Su bautismo (Marcos 1) y en el Monte de la Transfiguración (Marcos 9).

Este testimonio del agua, la sangre y el Espíritu se encuentra en 1 Juan 5:11-12a: “Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo. Quien tiene al Hijo, tiene vida”.

Este testimonio lo puedes compartir con tus amigos y familiares. Vincúlalo con lo que Jesucristo ha hecho en tu vida y tu testimonio, y tendrás un mensaje increíble para que ellos lo entiendan.

¿Con quién puedes compartir tu testimonio esta semana?

Escritura

Día 26Día 28

Acerca de este Plan

Celebrando tu Bautismo

El bautismo es muy importante en tu caminar con Jesucristo. Esta declaración pública de fe es un acto de obediencia. Mientras celebras, ¡comprometámonos con un nuevo hábito! Invita a un amigo y haz que te acompañe en este viaje mientras aprendes sobre la vida de Jesús durante los próximos 30 días. El bautismo fue una experiencia increíble, pero tu próximo paso es llegar a ser más como Jesús cada día.

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