Cambios ProfundosMuestra
Entendiendo el diseño de tu corazón
En nuestra continua exploración de lo que significa cambiar verdaderamente, hemos llegado a un punto crucial: comprender la naturaleza del corazón y del amor según la perspectiva bíblica. Estos dos elementos son esenciales para entender la dinámica del cambio auténtico en nuestras vidas.
¿Qué es el Corazón?
Contrario a la percepción común de que el corazón es meramente el reservorio de nuestras emociones, la Biblia nos enseña algo más profundo. El corazón es el epicentro de nuestros deseos, el lugar donde valoramos y atesoramos lo que es de suma importancia para nosotros. Como Jesús lo pone en Mateo 6:21: “Porque donde esté tu tesoro, allí también estará tu corazón”. Esta afirmación revela que el corazón es una especie de caja fuerte para lo que verdaderamente valoramos y deseamos en la vida.
¿Qué es el amor?
El amor, entonces, puede ser entendido como una respuesta. Es cómo nuestro corazón reacciona ante aquello que encuentra atractivo o valioso. Cuando amamos algo, sea un objeto, una persona, o incluso un concepto, nuestra mente, emociones, y voluntad se alinean en considerarlo precioso y digno de ser perseguido. Este amor nos impulsa a actuar de acuerdo con lo que valoramos, tal como Adán y Eva fueron atraídos por el fruto prohibido, viéndolo como deseable y precioso.
Entendiendo nuestros deseos a través de ejemplos cotidianos
La historia de Natalia y Roberto ilustra cómo nuestras acciones exteriores a menudo tienen raíces en deseos profundos y cómo estos deseos determinan el curso de nuestras vidas. Aunque a primera vista puedan parecer centrados en el dinero, una mirada más profunda revela que lo que realmente buscan es aprobación y seguridad. Esto nos lleva a reconocer que no todos los deseos son intrínsecamente malos, sino que el problema reside en dónde buscamos satisfacer esos deseos.
Jeremías 2:13 nos muestra el verdadero dilema: abandonar a Dios, la fuente de agua viva, por cisternas agrietadas que no retienen el agua. La cuestión no es tener deseos, sino buscar satisfacerlos lejos de Dios, convirtiéndonos en nuestros propios salvadores.
El verdadero cambio: Encontrar satisfacción en Dios
Cambiar, entonces, significa redirigir nuestros deseos más profundos hacia Dios, permitiendo que Él sea nuestra seguridad, nuestra aceptación, y nuestro todo. La analogía del niño adicto a los caramelos, que encuentra una satisfacción superior en el chocolate, nos ayuda a entender que cuando descubrimos la supremacía de Cristo sobre cualquier otro deseo, experimentamos una transformación auténtica.
El cambio profundo ocurre cuando nuestros ojos se abren a la realidad de que Cristo es más precioso que cualquier cosa que este mundo pueda ofrecernos. Es un proceso de reconocer que nuestras cisternas agrietadas nunca podrán saciar nuestra sed como lo hace el agua viva que ofrece Cristo.
En resumen, el cambio genuino no es simplemente un ajuste externo de comportamientos, sino un redireccionamiento radical de nuestros deseos más profundos hacia Dios. Este es el cambio que produce frutos duraderos y transforma vidas, no solo en lo superficial, sino en lo más íntimo de nuestro ser.
Acerca de este Plan
¿Es difícil realizar cambios en tu vida? ¿Por qué cuesta tanto? En este devocional comprenderás cómo se producen, analizando tus necesidades, deseos y sentimientos, haciendo del conflicto una herramienta poderosa. Inicia este viaje que traerá cambios profundos a tu vida y tu ministerio.
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Nos gustaría agradecer a RightNow Media por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://rightnowmedia.org/