7 cosas que la Biblia dice sobre el matrimonioMuestra

Mi esposa ha visto las peores partes de mí. Ella me conoce desde hace casi 12 años, y llevo casado por más de nueve de ellos. Aunque sabe más sobre mí que nadie en la tierra, no sabe nada sobre mí en comparación con lo que Dios sabe. Dios sabe todos mis errores y fallas, y él me ve pecar diariamente. Y sin embargo, Él me ama. Él se preocupa tanto por mí que sacrificó a su Hijo por mí. ¡Cristo sirvió a sus discípulos todos los días, incluso cuando sabía que algunos lo negarían algún día! Y Él me provee y me da gracia todos los días, a pesar de que yo no lo merezca. Empecemos a amar mejor a nuestros cónyuges con estos tres ejemplos prácticos del amor de Cristo por nosotros. Ponte en segundo lugar. Si él dio su vida por nosotros, ¿por qué no hacemos sacrificios pequeños, todos los días para elevar a nuestro cónyuge sus sentimientos, deseos y esperanzas por encima de la nuestra? Intenta dejar salir a tu cónyuge y tener un tiempo, minutos, esta semana, mientras te quedas en casa y miras a los niños. O, para un verdadero desafío, deja que tu cónyuge lleve la razón la próxima vez que tee encuentres en medio de un desacuerdo trivial. Servir sin expectativas. ¿Qué mejor imagen de un sirviente podemos obtener que el Rey de reyes que lava a sus discípulos los pies? (Juan 13: 3-17) Como cónyuge, esa imagen de Cristo como un siervo debe ser un recordatorio constante para nosotros. Encuentra maneras de servir a tu cónyuge hoy. Sorpréndela haciendo la colada. Recoge un postre especial de su restaurante favorito, solo porque sí. Encuentra alegría al servir a tu cónyuge y luego sírvele sin esperar nada a cambio. Muestra la gracia. La gracia es el favor libre y no merecido de Dios. Él tiene todo el derecho de no perdonar nuestros pecados y defectos, y sin embargo, Él da la gracia libremente. En lugar de centrarse en los hábitos y características negativos de tu cónyuge, intenta a diario buscar los aspectos positivos. Haz algo tan simple como mencionar una cosa que amas de ella todos los días. Ora por él todos los días. Perdona a tu cónyuge cuando se equivoca. La gracia no se aferra al dolor, la ira o la decepción; la gracia perdona. Todd Dobberstein. Gerente de producto de YouVersion.