Cómo Superar La LujuriaMuestra
La lujuria suele ser síntoma de cosas más profundas
Durante más de una década, vi pornografía. Quería dejarlo desesperadamente, pero no sabía cómo ni por qué volvía, una y otra vez. Entonces aprendí que el porno hace falsas promesas. Dice que puede hacernos sentir amados y aceptados, pero no puede satisfacer nuestros anhelos más profundos. No puede correspondernos. Convierte a las personas en objetos. A menudo, no se crea de forma consentida y nos insensibiliza ante el abuso. Proporciona una visión distorsionada del sexo. Crea adicción. El porno reconfigura nuestro cerebro.
El porno, la masturbación y los pensamientos lujuriosos pueden ser difíciles de detener porque, con el tiempo, los patrones repetidos de pensamiento y comportamiento conducen a vías neurológicas fijas en nuestro cerebro, similares a lo que llamamos memoria muscular. Con el tiempo, resulta más fácil repetir las mismas pautas malsanas. Pero incluso cuando pienses que ceder es inevitable, como si tus patrones de pensamiento estuvieran demasiado arraigados, no es demasiado tarde. Esos patrones fijos en tu cerebro pueden ser recableados, dando lugar a nuevos caminos. Tal vez te invadió la lujuria, pero dejaste de buscar pornografía: esa es una gran victoria. Las grandes victorias suelen ser el resultado de muchas otras más pequeñas. No te rindas.
Todo el mundo experimenta excitación sexual. Fuimos creados como seres sexuales. Pero a menudo somos más susceptibles al pecado sexual cuando estamos hambrientos, enojados, solos o cansados. Somos susceptibles cuando nuestros anhelos más profundos no son satisfechos o han sido rechazados. Dios nos creó con anhelos legítimos (como el deseo de amor, aceptación y seguridad) que deben satisfacerse en las relaciones. Cuando esos anhelos no son satisfechos, podemos desarrollar formas malsanas de intentar satisfacerlos. Por ejemplo, cuando te sientes rechazado por la gente, criticado o excluido, puede que te apetezca tener pensamientos sexuales, ya que te proporcionan temporalmente una pseudoaceptación o una vía de escape.
Además, tienes que saber qué es lo que desencadena tus deseos sexuales. Tus desencadenantes pueden ser lugares como el gimnasio. Pueden ser las redes sociales, los programas de televisión, las películas, los libros o las canciones. Pueden incluir sensaciones, tipos de cuerpo, tipos de personalidad y emociones. Lo que resulta excitante varía de una persona a otra. Nuestras experiencias pueden llevarnos a asociar ciertas cosas con el deseo sexual. Por ejemplo, alguien que empieza a masturbarse como forma de escapar de sentimientos de ira o rechazo puede excitarse en el futuro cuando se desencadenen esos sentimientos.
Aprender a explorar los anhelos insatisfechos más profundos que hay detrás de la lujuria te ayudará a descubrir qué es lo que realmente anhelas y cómo conseguir que Dios y los demás lo satisfagan. Además, tener un plan de lo que harás cuando te sientas provocado te ayudará a empezar a experimentar el cambio.
Dios, puede parecer abrumador luchar contra la tentación. Dame la sabiduría para reconocer mis anhelos insatisfechos y para buscar tu ayuda cuando estoy luchando. Cuando me sienta débil, dame fortaleza.
Escritura
Acerca de este Plan
¿Te sientes atrapado por la lujuria? ¿Parece que no hay salida? Este plan devocional de 3 días te da pasos prácticos para obtener la victoria sobre los pensamientos lujuriosos, la pornografía y los comportamientos sexuales no deseados. Hay esperanza. Con la verdad bíblica y la neurociencia, puedes vencer la lujuria y experimentar la verdadera libertad.
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Nos gustaría agradecer a El Centro por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://resolutionmovement.org/