Narnia Y El GénesisMuestra

El pecado y nuestra única esperanza

Aslan les explica a los animales parlantes que un Hijo de Adán, llamado Dígory, ha despertado y ha llevado el mal hasta Narnia. Pero también les dice que así como la raza de Adán causó el daño, también la raza de Adán ayudará a restaurarlo y que Aslan se ocupará de que la peor parte de este daño caiga sobre sus propios hombros.

En el Génesis, la serpiente tienta a Eva para que pruebe del árbol que Dios les había prohibido, y al final Adán y Eva terminaron comiendo de ese fruto. El pecado entró al mundo por medio de ese acto de desobediencia. Más adelante en los relatos bíblicos, Jesús viene a este mundo hecho hombre para remediar este problema y da su propia vida para que nuestros pecados sean perdonados y que nuestra relación con Dios se restaure. Pablo en la Carta a los Romanos resume esto de una manera magistral: “así como por la desobediencia de un solo hombre muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo, muchos serán constituidos justos”.

Aquí hay dos puntos muy importantes del cristianismo: el pecado y la esperanza que encontramos en Cristo Jesús. Como creyentes vivimos constantemente en tentación y aceptar eso es un buen primer paso. La historia de la tentación y de la caída en el Edén se repite cada día en nuestras vidas en diversas situaciones.

Ser conscientes de las tentaciones y pecados en nuestra vida es algo esencial, pero algo más importante es reconocer que nosotros solos no los podremos vencer y que necesitamos ayuda de Aquel que venció al pecado. Cristo se nos ofrece como la única esperanza, y es él quien puede restablecer nuestra relación con Dios por completo. Y dependerá de nosotros si queremos aceptar esa ayuda o si queremos sumirnos en nuestro orgullo creyendo que lo podemos hacer por nuestra cuenta.

Conclusión:

Durante estos tres días hemos visto algunos aprendizajes de los libros de las Crónicas de Narnia, pero hay muchísimas más enseñanzas que te pueden dejar estos libros y te animo a que leas esta colección de libros de fantasía. Y tal vez luego puedas seguir disfrutando de los otros libros y ensayos que C. S. Lewis escribió sobre el Cristianismo.