En el vientre de un pezMuestra
«Confrontando nuestro secreto»
Jonás no era cualquier persona, era un hombre ungido por Dios. Probablemente ya antes había realizado otras misiones importantes. La tarea de evangelizar la capital del mundo era solamente para un héroe en el Espíritu, ese tipo de hombre que conoce a Dios y está entrenado en los duros campos del Espíritu. Dios había revisado la lista varias veces. Nadie en todo el reino calificaba para esta tarea como él. El problema es que Jonás no quiso ir.
Cuando el profeta preguntó: «¿Y dónde se supone que esté Nínive?» El dedo de Dios señaló el camino hacia el este. Inmediatamente Jonás se levantó y corrió exactamente en sentido contrario, escapó hacia el oeste. Compró un billete de ida y se metió en el primer barco que encontró para irse tan lejos como pudiera. Su destino era Tarsis… el fin del mundo conocido hasta ese momento. ¿Cómo pudo hacer tal cosa? Sobre todo si tenemos en cuenta que estaba a las puertas de vivir una «promoción» sobrenatural de su ministerio. En pocos días miles y miles de personas acudirían al Reino de Dios como consecuencia de su predicación. Todo lo que un siervo de Dios sueña con alcanzar algún día. Todo estaba a la vuelta de la esquina para Jonás.
¿Por qué hay ocasiones en las que el ser humano hace exactamente lo último que debía hacer? ¿Por qué algunos ministerios se dan la vuelta justo a las puertas de la cúspide de su llamado? ¿Cuál será la razón para que enfrentemos la prueba más determinante cuando más cerca estamos de nuestro sueño? Esto se debe a que antes de poder ver lugares más altos en nuestra experiencia espiritual debemos atravesar el estrecho puente de la confrontación.
Escritura
Acerca de este Plan
En el caminar con Cristo encontraremos oposición interna y externa contra lo que Dios tiene para nosotros. Pero cuando obedecemos y nos rendimos es cuando podemos ver manifestados sus planes en nuestras vidas.
More