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 <div class="book bkMRK">
 <div class="chapter ch1" data-usfm="MRK.1">
 <div class="label">1</div><div class="ms1">I. Comienzos del ministerio de Jes&#250;s (1,1-13)</div><div class="s1">T&#237;tulo</div><div class="p"> 1Principio del evangelio.#1,14; 8,35; 10,29; 13,10; 14,9; 16,15; Rm 1,1; 15,19; 16,25; Mt 14,33; Lc 1,32.35.</div><div class="s1">Predicaci&#243;n de Juan el Bautista</div><div class="r">(Mt 3,1-12; Lc 3,1-9.15-17; Jn 1,19-28)</div><div class="p"> 2As&#237; est&#225; escrito en el libro del profeta Isa&#237;as:</div><div class="b"></div><div class="q"> Mira, yo env&#237;o mi mensajero delante de ti</div><div class="q"> para que te prepare el camino.#Ml 3,1 (ver Ex 23,20); Mt 11,10; Lc 1,76; 7,27.</div><div class="q"> 3 Se oye una voz,</div><div class="q"> alguien clama en el desierto:</div><div class="q"> &#171;&#161;Preparad el camino del Se&#241;or;</div><div class="q"> abrid sendas rectas para &#233;l!&#187;. # 
 Is 40,3. </div><div class="b"></div><div class="p"> 4Juan el Bautista se present&#243; en el desierto proclamando que la gente se bautizara como se&#241;al de conversi&#243;n para recibir el perd&#243;n de los pecados.#Hch 13,24; 19,4. 5La regi&#243;n entera de Judea y todos los habitantes de Jerusal&#233;n acud&#237;an a &#233;l, confesaban sus pecados y Juan los bautizaba en las aguas del Jord&#225;n. 6Juan iba vestido de pelo de camello, llevaba un cintur&#243;n de cuero y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. 7Y lo que proclamaba era esto:</div><div class="p">&#8212;Despu&#233;s de m&#237; viene uno que es m&#225;s poderoso que yo, de quien ni siquiera soy digno de agacharme para desatar las correas de sus sandalias.#Hch 13,25. 8Yo os he bautizado con agua, pero &#233;l os bautizar&#225; con Esp&#237;ritu Santo.#Mt 3,11.</div><div class="s1">Bautismo de Jes&#250;s</div><div class="r">(Mt 3,13-17; Lc 3,21-22)</div><div class="p"> 9Por aquellos d&#237;as lleg&#243; Jes&#250;s procedente de Nazaret de Galilea, y Juan lo bautiz&#243; en el Jord&#225;n. 10En el instante mismo de salir del agua, vio Jes&#250;s que el cielo se abr&#237;a y que el Esp&#237;ritu descend&#237;a sobre &#233;l como una paloma.#Is 11,2; 42,1; 63,11.19; Jn 1,32-33. 11Y se oy&#243; una voz proveniente del cielo:</div><div class="p">&#8212;T&#250; eres mi Hijo amado; en ti me complazco.#Gn 22,2.</div><div class="p"> 12Acto seguido, el Esp&#237;ritu impuls&#243; a Jes&#250;s a ir al desierto, 13donde Satan&#225;s lo puso a prueba durante cuarenta d&#237;as. Viv&#237;a entre animales salvajes y era atendido por los &#225;ngeles.</div><div class="ms1">II. Revelaci&#243;n progresiva del Mes&#237;as (1,14&#8211;8,30)</div><div class="s1">Predicaci&#243;n inaugural</div><div class="r">(Mt 4,12-17; Lc 4,14-15)</div><div class="p"> 14Despu&#233;s que Juan fue encarcelado, Jes&#250;s se dirigi&#243; a Galilea a predicar el evangelio de Dios.#6,17-18; Mt 4,12. 15Dec&#237;a:</div><div class="p">&#8212;El tiempo se ha cumplido y ya est&#225; cerca el reino de Dios. Convert&#237;os y creed en el evangelio.#Dn 12,4-9; Ga 4,4; Ef 1,10; Mt 3,2.</div><div class="s1">Jes&#250;s llama a los cuatro primeros disc&#237;pulos</div><div class="r">(Mt 4,18-22; Lc 5,1-11)</div><div class="p"> 16Iba Jes&#250;s caminando por la orilla del lago de Galilea, cuando vio a Sim&#243;n y Andr&#233;s. Eran pescadores y estaban echando la red en el lago.#Jn 1,40-41. 17Jes&#250;s les dijo:</div><div class="p">&#8212;Venid conmigo y os har&#233; pescadores de hombres.</div><div class="p"> 18Ellos dejaron al punto sus redes y se fueron con &#233;l.</div><div class="p"> 19Un poco m&#225;s adelante vio a Santiago, el hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca reparando las redes.#Mt 20,20; Lc 9,54. 20Los llam&#243; tambi&#233;n, y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca junto con los trabajadores contratados, se fueron en pos de &#233;l.</div><div class="s1">Curaci&#243;n de un endemoniado</div><div class="r">(Lc 4,31-37)</div><div class="p"> 21Se dirigieron a Cafarna&#250;n y, cuando lleg&#243; el s&#225;bado, Jes&#250;s entr&#243; en la sinagoga y se puso a ense&#241;ar.#6,2; Lc 4,16; 6,6; 13,10. 22Todos quedaban impresionados por sus ense&#241;anzas, porque les ense&#241;aba como quien tiene autoridad y no como los maestros de la ley.#1,27; 2,10.12; 6,2; 11,28-33; Mt 7,28-29. 23Estaba all&#237;, en la sinagoga, un hombre pose&#237;do por un esp&#237;ritu impuro, que gritaba:</div><div class="p"> 24&#8212;&#161;Jes&#250;s de Nazaret, d&#233;janos en paz! &#191;Has venido a destruirnos? &#161;Te conozco bien: t&#250; eres el Santo de Dios!#Lc 4,34; 10,18; Jn 6,69 (ver Hch 3,14; 4,27.30); Ap 20,10.</div><div class="p"> 25Jes&#250;s lo increp&#243;, dici&#233;ndole:</div><div class="p">&#8212;&#161;C&#225;llate y sal de &#233;l!</div><div class="p"> 26El esp&#237;ritu impuro, sacudi&#233;ndolo violentamente y dando un gran alarido, sali&#243; de &#233;l. 27Todos quedaron asombrados hasta el punto de preguntarse unos a otros:</div><div class="p">&#8212;&#191;Qu&#233; est&#225; pasando aqu&#237;? Es una nueva ense&#241;anza, llena de autoridad. Adem&#225;s, este hombre da &#243;rdenes a los esp&#237;ritus impuros, y lo obedecen.#1,22.</div><div class="p"> 28Y muy pronto se extendi&#243; la fama de Jes&#250;s por todas partes en la regi&#243;n entera de Galilea.#Mt 4,24.</div><div class="s1">Curaci&#243;n de la suegra de Pedro</div><div class="r">(Mt 8,14-15; Lc 4,38-39)</div><div class="p"> 29Al salir de la sinagoga, Jes&#250;s fue a casa de Sim&#243;n y Andr&#233;s, acompa&#241;ado tambi&#233;n por Santiago y Juan. 30Le dijeron que la suegra de Sim&#243;n estaba en cama, con fiebre. 31&#201;l entonces se acerc&#243;, la tom&#243; de la mano e hizo que se levantara. Al instante le desapareci&#243; la fiebre y se puso a atenderlos.</div><div class="s1">Otras curaciones</div><div class="r">(Mt 8,16-17; Lc 4,40-41)</div><div class="p"> 32Al anochecer, cuando ya el sol se hab&#237;a puesto, le llevaron todos los enfermos y pose&#237;dos por demonios.#3,10-11; 6,13; Mt 4,24; 8,16; Lc 6,18 (ver Hch 5,16; 8,7). 33Toda la gente de la ciudad se api&#241;aba a la puerta, 34y Jes&#250;s cur&#243; a muchos que padec&#237;an diversas enfermedades y expuls&#243; muchos demonios; pero a los demonios no les permit&#237;a que hablaran de &#233;l, porque lo conoc&#237;an.</div><div class="s1">Jes&#250;s recorre los pueblos de Galilea</div><div class="r">(Lc 4,42-44)</div><div class="p"> 35De madrugada, antes de amanecer, Jes&#250;s se levant&#243;, sali&#243; de la ciudad y se dirigi&#243; a un lugar apartado a orar.#6,46; Mt 14,23; Lc 3,21; 5,16; 6,12. 36Sim&#243;n y los que estaban con &#233;l fueron en su busca 37y, cuando lo encontraron, le dijeron:</div><div class="p">&#8212;Todos est&#225;n busc&#225;ndote.</div><div class="p"> 38Jes&#250;s les contest&#243;:</div><div class="p">&#8212;Vayamos a otra parte, a las aldeas cercanas, para proclamar tambi&#233;n all&#237; el mensaje, pues para eso he venido.</div><div class="p"> 39As&#237; recorri&#243; toda Galilea proclamando el mensaje en las sinagogas y expulsando demonios.#6,6; Mt 4,23; 9,35.</div><div class="s1">Curaci&#243;n de un leproso</div><div class="r">(Mt 8,2-4; Lc 5,12-16)</div><div class="p"> 40Se acerc&#243; entonces a Jes&#250;s un leproso y, poni&#233;ndose de rodillas, le suplic&#243;:</div><div class="p">&#8212;Si quieres, puedes limpiarme de mi enfermedad.</div><div class="p"> 41Jes&#250;s, conmovido, extendi&#243; la mano, lo toc&#243; y le dijo:</div><div class="p">&#8212;Quiero. Queda limpio.#8,2; Mt 9,36; 14,14; 20,34; Lc 7,13.</div><div class="p"> 42Al instante le desapareci&#243; la lepra y qued&#243; limpio. 43Acto seguido Jes&#250;s lo despidi&#243; con tono severo 44y le encarg&#243;:</div><div class="p">&#8212;Mira, no le cuentes esto a nadie, sino ve, mu&#233;strate al sacerdote y presenta la ofrenda prescrita al efecto por Mois&#233;s. As&#237; todos tendr&#225;n evidencia de tu curaci&#243;n.#Lc 17,14.</div><div class="p"> 45Pero &#233;l, en cuanto se fue, comenz&#243; a proclamar sin reservas lo ocurrido; y como la noticia se extendi&#243; con rapidez, Jes&#250;s ya no pod&#237;a entrar libremente en ninguna poblaci&#243;n, sino que deb&#237;a permanecer fuera, en lugares apartados. Sin embargo, la gente acud&#237;a a &#233;l de todas partes.</div>
 </div>
 </div>
</div>

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 <div class="book bkMRK">
 <div class="chapter ch2" data-usfm="MRK.2">
 <div class="label">2</div><div class="s1">Curaci&#243;n de un paral&#237;tico</div><div class="r">(Mt 9,1-8; Lc 5,17-26)</div><div class="p"> 1Algunos d&#237;as despu&#233;s, Jes&#250;s regres&#243; a Cafarna&#250;n. En cuanto se supo que estaba en casa, 2se reuni&#243; tanta gente, que no quedaba sitio ni siquiera ante la puerta. Y Jes&#250;s les anunciaba su mensaje.#Mt 13,19-23; Hch 4,29; 8,25. 3Le trajeron entonces, entre cuatro, un paral&#237;tico. 4Como a causa de la multitud no pod&#237;an llegar hasta Jes&#250;s, levantaron un trozo del techo por encima de donde &#233;l estaba y, a trav&#233;s de la abertura, bajaron la camilla con el paral&#237;tico. 5Jes&#250;s, viendo la fe de quienes lo llevaban, dijo al paral&#237;tico:</div><div class="p">&#8212;Hijo, tus pecados quedan perdonados.#5,34-36 y par.; 9,23 y par.; 10,52 y par.; 11,23 y par.; Mt 8,10 y par.; Lc 7,48-50; 17,19.</div><div class="p"> 6Estaban all&#237; sentados unos maestros de la ley, que pensaban para s&#237; mismos: 7&#171;&#191;C&#243;mo habla este as&#237;? &#161;Est&#225; blasfemando! &#161;Solamente Dios puede perdonar pecados!&#187;.#Lv 24,16; Mt 9,3; Is 43,25; Sal 103,3; 1 Jn 1,9. 8Jes&#250;s, que al instante se dio cuenta de lo que estaban pensando en su interior, les pregunt&#243;:</div><div class="p">&#8212;&#191;Por qu&#233; est&#225;is pensando eso?#Mt 12,25; Jn 2,25. 9&#191;Qu&#233; es m&#225;s f&#225;cil? &#191;Decir al paral&#237;tico: &#171;Tus pecados quedan perdonados&#187;, o decirle: &#171;Lev&#225;ntate, recoge tu camilla y anda&#187;? 10Pues voy a demostraros que el Hijo del hombre tiene autoridad para perdonar pecados en este mundo.</div><div class="p">Se volvi&#243; al paral&#237;tico y le dijo:</div><div class="p"> 11&#8212;A ti te hablo: Lev&#225;ntate, recoge tu camilla y vete a tu casa.</div><div class="p"> 12Y &#233;l se levant&#243;, recogi&#243; al punto su camilla y se fue en presencia de todos. Todos los presentes quedaron asombrados y alabaron a Dios diciendo:</div><div class="p">&#8212;Nunca hab&#237;amos visto cosa semejante.#Mt 5,16; 9,33; Lc 2,20; Hch 13,48; Rm 15,6.9; 2 Co 9,13; Ga 1,24; 1 Pe 4,16.</div><div class="s1">Jes&#250;s llama a Lev&#237;</div><div class="r">(Mt 9,9-13; Lc 5,27-32)</div><div class="p"> 13Jes&#250;s volvi&#243; a la orilla del lago, y toda la gente acud&#237;a a &#233;l para recibir sus ense&#241;anzas.#1,21-22; 6,2. 14Al pasar, vio a Lev&#237;, el hijo de Alfeo, que estaba sentado en su despacho de recaudaci&#243;n de impuestos, y le dijo:</div><div class="p">&#8212;S&#237;gueme.</div><div class="p">Lev&#237; se levant&#243; y lo sigui&#243;.#Mt 4,19 y par.; 8,19; 19,21 y par.; Lc 9,57-61. 15M&#225;s tarde, estando Jes&#250;s sentado a la mesa en casa de Lev&#237;, muchos recaudadores de impuestos y gente de mala reputaci&#243;n se sentaron tambi&#233;n con &#233;l y sus disc&#237;pulos, porque eran muchos los que segu&#237;an a Jes&#250;s.#Mt 5,46; 11,19; Lc 7,34; 15,1; 19,7 (ver Jn 9,16.24). 16Pero algunos maestros de la ley pertenecientes al partido de los fariseos, al ver que com&#237;a con recaudadores de impuestos y gente de mala reputaci&#243;n, preguntaron a los disc&#237;pulos:</div><div class="p">&#8212;&#191;Por qu&#233; se sienta a comer con esa clase de gente?</div><div class="p"> 17Jes&#250;s lo oy&#243; y les dijo:</div><div class="p">&#8212;No necesitan m&#233;dico los que est&#225;n sanos, sino los que est&#225;n enfermos. Yo no he venido a llamar a los buenos, sino a los pecadores.</div><div class="s1">La cuesti&#243;n del ayuno</div><div class="r">(Mt 9,14-17; Lc 5,33-39)</div><div class="p"> 18En cierta ocasi&#243;n los disc&#237;pulos de Juan el Bautista y los fariseos estaban guardando un ayuno, y algunos de ellos se acercaron a Jes&#250;s para preguntarle:</div><div class="p">&#8212;&#191;Por qu&#233; los disc&#237;pulos de Juan y los disc&#237;pulos de los fariseos ayunan y, en cambio, tus disc&#237;pulos no ayunan?#Mt 6,16.</div><div class="p"> 19Jes&#250;s les contest&#243;:</div><div class="p">&#8212;&#191;Pueden acaso ayunar los invitados a una boda mientras el novio est&#225; con ellos? En tanto tengan a su lado al novio, no tienen por qu&#233; ayunar. 20Ya llegar&#225; el momento en que les faltar&#225; el novio; entonces ayunar&#225;n.</div><div class="p"> 21Nadie remienda un vestido viejo con una pieza de tela nueva, porque la tela nueva tira de la vieja, y el roto se hace mayor. 22Tampoco echa nadie vino nuevo en odres viejos, porque el vino nuevo rompe los odres, y se pierden al mismo tiempo los odres y el vino. A vino nuevo, odres nuevos.#2 Co 5,17.</div><div class="s1">Jes&#250;s y el s&#225;bado</div><div class="r">(Mt 12,1-8; Lc 6,1-5)</div><div class="p"> 23Un s&#225;bado iba Jes&#250;s paseando por entre unos sembrados. Los disc&#237;pulos, seg&#250;n pasaban, se pusieron a arrancar espigas.#Dt 23,26. 24Los fariseos dijeron a Jes&#250;s:</div><div class="p">&#8212;&#191;No ves que est&#225;n haciendo algo que no est&#225; permitido en s&#225;bado?</div><div class="p"> 25Jes&#250;s les contest&#243;:</div><div class="p">&#8212;&#191;Nunca hab&#233;is le&#237;do lo que hizo David cuando &#233;l y sus compa&#241;eros se sintieron muy hambrientos?#1 Sm 21,1-7. 26Entr&#243; en la casa de Dios, siendo Abiatar sumo sacerdote, y comi&#243; de los panes de la ofrenda, algo que no estaba permitido comer a nadie, sino solamente a los sacerdotes. Y dio tambi&#233;n a los que lo acompa&#241;aban.</div><div class="p"> 27Y Jes&#250;s a&#241;adi&#243;:</div><div class="p">&#8212;Dios hizo el s&#225;bado por causa del ser humano, y no al ser humano por causa del s&#225;bado.#3,4; Ex 20,8-10; Dt 5,12-14; Lc 14,3-5. 28&#161;El Hijo del hombre es Se&#241;or tambi&#233;n del s&#225;bado!</div>
 </div>
 </div>
</div>

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 <div class="book bkMRK">
 <div class="chapter ch3" data-usfm="MRK.3">
 <div class="label">3</div><div class="s1">El hombre de la mano atrofiada</div><div class="r">(Mt 12,9-14; Lc 6,6-11)</div><div class="p"> 1Jes&#250;s entr&#243; otra vez en la sinagoga. Hab&#237;a all&#237; un hombre que ten&#237;a una mano atrofiada,#1,21; Lc 14,1-6; Jn 5,9-10; 9,14. 2y los que estaban buscando un motivo para acusar a Jes&#250;s se pusieron al acecho a ver si, a pesar de ser s&#225;bado, lo curaba.#Mt 16,1; Jn 8,6. 3Jes&#250;s dijo al hombre de la mano atrofiada:</div><div class="p">&#8212;Ponte ah&#237; en medio.</div><div class="p"> 4Luego pregunt&#243; a los otros:</div><div class="p">&#8212;&#191;Qu&#233; es lo que se permite en s&#225;bado? &#191;Hacer el bien o hacer el mal? &#191;Salvar una vida o destruirla?</div><div class="p">Ellos callaron. 5Al verlos tan duros de coraz&#243;n, Jes&#250;s les ech&#243; una mirada, enojado y entristecido al mismo tiempo, y dijo al enfermo:</div><div class="p">&#8212;Extiende la mano.</div><div class="p">&#201;l la extendi&#243; y la mano recuper&#243; el movimiento. 6Al salir los fariseos, se reunieron con los del partido de Herodes para tramar el modo de matar a Jes&#250;s.#12,31; Mt 12,14; 22,15-16.</div><div class="s1">La gente acude a Jes&#250;s</div><div class="p"> 7Jes&#250;s se fue con sus disc&#237;pulos a la orilla del lago y lo sigui&#243; una gran multitud de personas procedentes de Galilea;#1,34.45; 4,1; 5,21.28; 6,55-56; Mt 12,15; 14,13-14. 8y tambi&#233;n de Judea, de Jerusal&#233;n, de Idumea, de la orilla oriental del Jord&#225;n y de la regi&#243;n de Tiro y Sid&#243;n acudi&#243; a Jes&#250;s mucha gente que hab&#237;a o&#237;do hablar de todo lo que hac&#237;a. 9Jes&#250;s mand&#243; a sus disc&#237;pulos que le preparasen una barca para que la multitud no lo aplastara. 10Hab&#237;a curado a tantos, que todos los que ten&#237;an alguna enfermedad se echaban ahora sobre &#233;l para tocarlo. 11Y hasta los esp&#237;ritus impuros, al verlo, se arrojaban a sus pies, gritando:</div><div class="p">&#8212;&#161;T&#250; eres el Hijo de Dios!#1,1; 5,6; Mt 14,33.</div><div class="p"> 12Pero Jes&#250;s les ordenaba severamente que no lo descubrieran.</div><div class="s1">Elecci&#243;n de los doce ap&#243;stoles</div><div class="r">(Mt 10,1-4; Lc 6,12-16)</div><div class="p"> 13Despu&#233;s de esto, Jes&#250;s subi&#243; al monte y llam&#243; a los que le pareci&#243; bien. Y se acercaron a &#233;l.#1,25; Mt 12,16. 14Tambi&#233;n design&#243; a doce, a quienes constituy&#243; ap&#243;stoles,#3,14: a quienes constituy&#243; ap&#243;stoles: Numerosos mss., algunos de cierto valor, omiten estas palabras. para que estuvieran con &#233;l y para enviarlos a predicar#Mt 10,5. 15con poder para expulsar demonios.#6,13; 9,38; 16,17; Mt 7,22; 8,16 y par.; 9,32-34 y par.; Lc 9,1.</div><div class="p"> 16Los doce designados fueron:#3,16: Los doce designados fueron: Bastantes mss., entre ellos varios de reconocido valor, omiten este inciso. Sim&#243;n, al que puso por sobrenombre Pedro;#Mt 10,2; Hch 1,13-14. 17Santiago y su hermano Juan, hijos de Zebedeo, a quienes llam&#243; Boanerges, que significa &#171;hijos del trueno&#187;; 18Andr&#233;s, Felipe, Bartolom&#233;, Mateo, Tom&#225;s, Santiago, hijo de Alfeo; Tadeo, Sim&#243;n el cananeo 19y Judas Iscariote, el que m&#225;s tarde lo traicion&#243;.</div><div class="s1">Los parientes de Jes&#250;s</div><div class="p"> 20Jes&#250;s lleg&#243; a casa y otra vez se junt&#243; tanta gente, que ni siquiera les dejaban comer.#3,8; 6,31; 8,1. 21Cuando algunos de sus parientes se enteraron, vinieron con la intenci&#243;n de llev&#225;rselo a la fuerza, porque dec&#237;an que estaba loco.#Jn 10,20.</div><div class="s1">Jes&#250;s y Belzeb&#250;</div><div class="r">(Mt 12,22-30; Lc 11,14-23)</div><div class="p"> 22Los maestros de la ley llegados de Jerusal&#233;n dec&#237;an que Jes&#250;s estaba pose&#237;do por Belzeb&#250;, el jefe de los demonios, con cuyo poder los expulsaba.#3,30; Mt 9,34 y par.; 10,25; Jn 7,20; 8,48.52; 10,20. 23Entonces Jes&#250;s los llam&#243; y los interpel&#243; con estas comparaciones:</div><div class="p">&#8212;&#191;C&#243;mo puede Satan&#225;s expulsar a Satan&#225;s? 24Si una naci&#243;n se divide contra s&#237; misma, no puede subsistir. 25Tampoco una familia que se divida contra s&#237; misma puede subsistir. 26Y si Satan&#225;s se hace la guerra y act&#250;a contra s&#237; mismo, tampoco podr&#225; subsistir; habr&#225; llegado a su fin. 27Nadie puede entrar en casa de un hombre fuerte y robarle sus bienes si primero no ata a ese hombre fuerte. Solamente entonces podr&#225; saquear su casa.#Is 49,24-25.</div><div class="s1">El pecado contra el Esp&#237;ritu Santo</div><div class="r">(Mt 12,31-32; Lc 12,10)</div><div class="p"> 28Os aseguro que todo les ser&#225; perdonado a los seres humanos: tanto los pecados como las blasfemias en que incurran.#Mt 6,14; Jn 20,23; 1 Tm 1,13. 29Pero el que blasfeme contra el Esp&#237;ritu Santo, nunca jam&#225;s ser&#225; perdonado y ser&#225; tenido para siempre por culpable.#ver 1 Jn 5,16.</div><div class="p"> 30Esto lo dijo Jes&#250;s contra quienes afirmaban que estaba pose&#237;do por un esp&#237;ritu impuro.#3,22.</div><div class="s1">La verdadera familia de Jes&#250;s</div><div class="r">(Mt 12,46-50; Lc 8,19-21)</div><div class="p"> 31Entre tanto, llegaron la madre y los hermanos de Jes&#250;s; pero se quedaron fuera y enviaron a llamarlo.#6,3; Mt 13,55-56; Jn 2,12; 7,2.5.10; Hch 1,14. 32Alguien de entre la gente que estaba sentada alrededor de Jes&#250;s le pas&#243; aviso:</div><div class="p">&#8212;Tu madre y tus hermanos est&#225;n ah&#237; fuera y te buscan.</div><div class="p"> 33Jes&#250;s les contest&#243;:</div><div class="p">&#8212;&#191;Qui&#233;nes son mi madre y mis hermanos?</div><div class="p"> 34Y, mirando a quienes estaban sentados a su alrededor, a&#241;adi&#243;:</div><div class="p">&#8212;Estos son mi madre y mis hermanos. 35Porque todo el que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.#Mt 6,10; 7,21; Jn 7,17; 9,31.</div>
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 <div class="book bkMRK">
 <div class="chapter ch4" data-usfm="MRK.4">
 <div class="label">4</div><div class="s1">Par&#225;bola del sembrador</div><div class="r">(Mt 13,1-9; Lc 8,4-8)</div><div class="p"> 1De nuevo comenz&#243; Jes&#250;s a ense&#241;ar a la orilla del lago. Y se le reuni&#243; tanta gente que decidi&#243; subir a una barca que estaba en el lago y sentarse en ella, mientras la gente permanec&#237;a junto al lago en tierra firme.#Mc 3,7-9; Lc 5,1-3. 2Entonces Jes&#250;s se puso a ense&#241;arles muchas cosas por medio de par&#225;bolas. Les dec&#237;a en su ense&#241;anza:#4,33-34; Mt 13,34.</div><div class="p"> 3&#8212;Escuchad: Una vez, un sembrador sali&#243; a sembrar. 4Al lanzar la semilla, una parte cay&#243; al borde del camino y llegaron los p&#225;jaros y se la comieron. 5Otra parte cay&#243; entre las piedras, donde hab&#237;a poca tierra; y como la tierra no era profunda, la semilla brot&#243; muy pronto; 6pero en cuanto sali&#243; el sol, se agost&#243; y, al no tener ra&#237;z, se sec&#243;. 7Otra parte de la semilla cay&#243; entre cardos, y los cardos crecieron y la ahogaron sin dejarle que diera fruto. 8Otra parte, en fin, cay&#243; en tierra f&#233;rtil y germin&#243; y creci&#243; y dio fruto: unas espigas dieron grano al treinta; otras, al sesenta; y otras, al ciento por uno.</div><div class="p"> 9Jes&#250;s a&#241;adi&#243;:</div><div class="p">&#8212;Quien pueda entender esto, que lo entienda.#4,23; Mt 11,15; 13,43; 7,16; Lc 14,35.</div><div class="s1">El porqu&#233; de las par&#225;bolas</div><div class="r">(Mt 13,10-17; Lc 8,9-10)</div><div class="p"> 10Cuando Jes&#250;s se qued&#243; a solas, los que lo rodeaban, junto con los Doce, le preguntaron por el significado de las par&#225;bolas.#3,16; 7,17; 10,10; Mt 10,2; 13,36; 15,15. 11Les dijo:</div><div class="p">&#8212;A vosotros, Dios os permite conocer el secreto de su reino; pero a los otros, los de fuera, todo les llega por medio de par&#225;bolas,#(ver Dn 2,19-30); Ef 1,9; 3,3; 6,19; Col 4,3. 12para que, aunque miren, no vean; y aunque escuchen, no entiendan, no sea que se conviertan y sean perdonados.#Is 6,9-10; Jn 12,40; Hch 28,26-27.</div><div class="s1">Explicaci&#243;n de la par&#225;bola del sembrador</div><div class="r">(Mt 13,18-23; Lc 8,11-15)</div><div class="p"> 13Y Jes&#250;s continu&#243;:</div><div class="p">&#8212;&#191;No comprend&#233;is esta par&#225;bola? Entonces, &#191;c&#243;mo comprender&#233;is todas las dem&#225;s?#6,52; 7,18; 8,17-21; 9,32. 14El sembrador representa al que anuncia el mensaje. 15Hay quienes son como la semilla que cay&#243; al borde del camino: escuchan el mensaje, pero luego llega Satan&#225;s y se lleva lo que ya estaba sembrado en ellos.#1,13. 16Otros son como la semilla que cay&#243; entre las piedras: oyen el mensaje y de momento lo reciben con alegr&#237;a; 17pero no tienen ra&#237;ces y son volubles; as&#237; que, cuando les llegan las pruebas o persecuciones a causa del propio mensaje, enseguida sucumben. 18Otros son como la semilla que cay&#243; entre los cardos: oyen el mensaje, 19pero los problemas de la vida, el apego a las riquezas y otras apetencias, llegan y lo ahogan de manera que no da fruto.#Mt 19,22-24; Lc 12,15-21. 20Otros, en fin, son como la semilla que cay&#243; en tierra f&#233;rtil: oyen el mensaje, lo reciben y dan fruto al treinta, al sesenta o al ciento por uno.</div><div class="s1">La l&#225;mpara y la medida</div><div class="r">(Mt 5,15; Lc 8,16-18; 11,33)</div><div class="p"> 21Tambi&#233;n les dijo:</div><div class="p">&#8212;&#191;Acaso se enciende una l&#225;mpara para taparla con una vasija o meterla debajo de la cama? &#191;No se la enciende, m&#225;s bien, para ponerla en el candelero? 22Pues nada hay escondido que no haya de ser descubierto, ni hay nada hecho en secreto que no haya de salir a la luz.#Lc 12,2. 23Si alguien puede entender esto, que lo entienda.#4,9.</div><div class="p"> 24Tambi&#233;n les dijo:</div><div class="p">&#8212;Prestad atenci&#243;n a lo que o&#237;s: Dios os medir&#225; con la misma medida con que vosotros med&#237;s a los dem&#225;s, y lo har&#225; con creces.#Mt 7,2; Lc 6,38. 25Porque al que tiene, se le dar&#225; m&#225;s todav&#237;a; pero al que no tiene, hasta lo que tenga se le quitar&#225;.#Mt 13,12.</div><div class="s1">La semilla que germina y crece por s&#237; sola</div><div class="p"> 26Tambi&#233;n dijo:</div><div class="p">&#8212;Con el reino de Dios sucede lo mismo que con la semilla que un hombre siembra en la tierra:#Stg 5,7. 27tanto si duerme como si est&#225; despierto, as&#237; de noche como de d&#237;a, la semilla germina y crece, aunque &#233;l no sepa c&#243;mo. 28La tierra, por s&#237; misma, la lleva a dar fruto: primero brota la hierba, luego se forma la espiga y, por &#250;ltimo, el grano que llena la espiga. 29Y cuando el grano ya est&#225; en saz&#243;n, enseguida se mete la hoz, porque ha llegado el tiempo de la cosecha.#Jl 4,13; Ap 14,15.</div><div class="s1">Par&#225;bola de la semilla de mostaza</div><div class="r">(Mt 13,31-32; Lc 13,18-19)</div><div class="p"> 30Tambi&#233;n dijo:</div><div class="p">&#8212;&#191;A qu&#233; compararemos el reino de Dios? &#191;Con qu&#233; par&#225;bola lo representaremos? 31Es como el grano de mostaza, que, cuando se siembra, es la m&#225;s peque&#241;a de todas las semillas de la tierra; 32pero una vez sembrado, crece m&#225;s que todas las otras plantas y echa ramas tan grandes que a su sombra anidan los p&#225;jaros.</div><div class="s1">Conclusi&#243;n de la ense&#241;anza en par&#225;bolas</div><div class="r">(Mt 13,34)</div><div class="p"> 33Con estas y otras muchas par&#225;bolas les anunciaba Jes&#250;s el mensaje, en la medida en que pod&#237;an comprenderlo. 34Y sin par&#225;bolas no les dec&#237;a nada. Luego, a solas, se lo explicaba todo a sus disc&#237;pulos.</div><div class="s1">Jes&#250;s apacigua una tempestad</div><div class="r">(Mt 8,23-27; Lc 8,22-25)</div><div class="p"> 35Ese mismo d&#237;a, al anochecer, Jes&#250;s dijo a sus disc&#237;pulos:</div><div class="p">&#8212;Vayamos a la otra orilla del lago.</div><div class="p"> 36Enseguida, dejando all&#237; a la gente, lo llevaron en la barca tal como estaba. Otras barcas iban con &#233;l. 37De pronto, se levant&#243; una gran tormenta de viento. Las olas azotaban la barca, que comenz&#243; a inundarse. 38Jes&#250;s, entretanto, estaba en la popa durmiendo sobre un cabezal. Los disc&#237;pulos lo despertaron, diciendo:</div><div class="p">&#8212;Maestro, &#191;no te importa que estemos a punto de perecer?</div><div class="p"> 39Jes&#250;s se incorpor&#243;, increp&#243; al viento y dijo al lago:</div><div class="p">&#8212;&#161;Silencio! &#161;C&#225;llate!</div><div class="p">El viento ces&#243; y todo qued&#243; en calma. 40Entonces les dijo:</div><div class="p">&#8212;&#191;A qu&#233; viene ese miedo? &#191;D&#243;nde est&#225; vuestra fe?</div><div class="p"> 41Pero ellos segu&#237;an aterrados, pregunt&#225;ndose unos a otros:</div><div class="p">&#8212;&#191;Qui&#233;n es este, que hasta el viento y el lago le obedecen?#(ver Sal 65,7; 89,9; 107,28-30); Mt 5,15.42.</div>
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