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 <div class="book bkNUM">
 <div class="chapter ch9" data-usfm="NUM.9">
 <div class="label">9</div><div class="ms2">Celebraci&#243;n de la Pascua y partida (9,1&#8211;10,10)</div><div class="s1">La Pascua</div><div class="p"> 1El Se&#241;or se dirigi&#243; a Mois&#233;s en el desierto del Sina&#237;, en el segundo a&#241;o despu&#233;s de la salida de Egipto, en el mes primero del a&#241;o, y le dijo:#Ex 12,1-14; Lv 23,5.</div><div class="p"> 2&#8212;Que los israelitas celebren la Pascua a su tiempo. 3La celebrar&#233;is a su debido tiempo el d&#233;cimocuarto d&#237;a de este mes, al anochecer, ajust&#225;ndoos a todos sus ritos y costumbres.</div><div class="p"> 4Mand&#243;, pues, Mois&#233;s a los israelitas que celebraran la Pascua; 5y as&#237; lo hicieron ellos el d&#237;a catorce del primer mes, al anochecer, en el desierto del Sina&#237;. Tal como el Se&#241;or hab&#237;a mandado a Mois&#233;s, as&#237; procedieron los israelitas. 6Pero hubo algunos que estaban impuros por haber tocado un cad&#225;ver, y no pudieron celebrar la Pascua aquel d&#237;a. Los afectados se presentaron aquel mismo d&#237;a a Mois&#233;s y a Aar&#243;n#19,11. 7y les dijeron:</div><div class="p">&#8212;Es verdad que nosotros estamos impuros por haber tocado un cad&#225;ver, pero &#191;por qu&#233; se nos va a privar de presentar la ofrenda al Se&#241;or a su tiempo como los dem&#225;s israelitas?</div><div class="p"> 8Mois&#233;s les respondi&#243;:</div><div class="p">&#8212;Esperad y dejadme conocer lo que dispone el Se&#241;or acerca de vosotros.</div><div class="p"> 9Y el Se&#241;or dijo a Mois&#233;s:</div><div class="p"> 10&#8212;Dir&#237;gete a los israelitas y diles: Cuando alguno de vosotros o de vuestros descendientes est&#233; impuro por haber tocado un cad&#225;ver o se encuentre lejos haciendo un viaje, si quiere celebrar la Pascua en honor del Se&#241;or, 11la celebrar&#225; el d&#237;a catorce del segundo mes, al anochecer. La comer&#225;n con panes sin levadura y hierbas amargas;#2 Cr 30,2-3. 12no dejar&#225;n nada del animal sacrificado para el d&#237;a siguiente ni quebrar&#225;n uno solo de sus huesos. Se ajustar&#225;n estrictamente en todo al ritual de la Pascua. 13Pero si alguien que est&#225; en estado de pureza y no se encuentra de viaje reh&#250;sa celebrar la Pascua, tal persona ser&#225; extirpada de su pueblo. Por no haber presentado a su debido tiempo la ofrenda en honor del Se&#241;or, cargar&#225; con las consecuencias de su pecado. 14Y cuando el extranjero que reside entre vosotros, quiera celebrar la Pascua en honor del Se&#241;or, deber&#225; hacerlo conforme a las normas rituales de la Pascua. Tendr&#233;is un mismo rito tanto para el extranjero como para el ciudadano del pa&#237;s.#15,15.29; Ex 12,48-49; Dt 1,33.</div><div class="s1">La nube de fuego</div><div class="p"> 15El d&#237;a que fue erigida la Morada, es decir, la Tienda del testimonio, la nube cubri&#243; la Morada. Desde el anochecer hasta la ma&#241;ana, la nube que cubr&#237;a la Morada ten&#237;a una apariencia de fuego. 16As&#237; suced&#237;a permanentemente: la nube cubr&#237;a la Morada durante el d&#237;a mientras que por la noche parec&#237;a como un fuego. 17Cuando se alzaba la nube por encima de la Tienda, los israelitas part&#237;an; y en el lugar donde la nube se deten&#237;a, all&#237; acampaban los israelitas. 18A la se&#241;al del Se&#241;or los israelitas part&#237;an, y a la se&#241;al del Se&#241;or acampaban; permanec&#237;an acampados todo el tiempo que la nube permanec&#237;a sobre la Morada. 19Cuando la nube permanec&#237;a sobre la Morada durante mucho tiempo, los israelitas obedec&#237;an el mandato del Se&#241;or y no part&#237;an. 20Si solo permanec&#237;a sobre la Morada unos pocos d&#237;as, igualmente a la se&#241;al del Se&#241;or acampaban, y a la se&#241;al del Se&#241;or part&#237;an. 21A veces la nube permanec&#237;a solo desde el anochecer hasta la ma&#241;ana; en tal caso los israelitas part&#237;an tan pronto como la nube se levantaba por la ma&#241;ana. Fuera de d&#237;a o de noche, cuando la nube se levantaba, ellos part&#237;an. 22Daba lo mismo que fueran dos d&#237;as, un mes o un a&#241;o; mientras la nube permanec&#237;a sobre la Morada, los israelitas permanec&#237;an acampados y no se mov&#237;an; solamente cuando la nube se levantaba, ellos part&#237;an. 23A la se&#241;al del Se&#241;or acampaban y a la se&#241;al del Se&#241;or part&#237;an, obedeciendo as&#237; la se&#241;al del Se&#241;or, tal como el Se&#241;or lo hab&#237;a mandado por medio de Mois&#233;s.</div>
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 <div class="chapter ch10" data-usfm="NUM.10">
 <div class="label">10</div><div class="s1">Las trompetas</div><div class="p"> 1El Se&#241;or se dirigi&#243; a Mois&#233;s y le dijo:</div><div class="p"> 2&#8212;Hazte dos trompetas de plata labradas a martillo. Te servir&#225;n para convocar a la comunidad y para dar la orden de partida a los distintos campamentos.#Jos 6,1-21; Jue 6,34; 7,8.16; 2 Re 11,14; Jl 2,1.15 (ver Mt 24,31; 1 Ts 4,16; 1 Co 15,52). 3Cuando las dos trompetas resuenen, toda la comunidad se reunir&#225; ante ti a la entrada de la Tienda del encuentro; 4si solo resuena una, entonces se congregar&#225;n ante ti &#250;nicamente los jefes de los clanes de Israel. 5Al primer toque agudo de trompeta se pondr&#225;n en movimiento los campamentos acampados al oriente. 6Al segundo toque agudo, lo har&#225;n los acampados al sur. Los toques agudos indicar&#225;n que hay que emprender la marcha. 7En cambio, para reunir la comunidad, los toques de trompeta no ser&#225;n agudos. 8Los sacerdotes descendientes de Aar&#243;n ser&#225;n los encargados de tocar las trompetas. Esta ser&#225; una norma perpetua, v&#225;lida para todos vuestros descendientes.</div><div class="p"> 9Cuando ya est&#233;is en vuestra tierra y teng&#225;is que salir a la guerra contra un agresor que os ataque, har&#233;is resonar las trompetas con toques agudos; el Se&#241;or, vuestro Dios, se acordar&#225; de vosotros y os ver&#233;is liberados de vuestros enemigos. 10Y en vuestros d&#237;as de fiesta, en las solemnidades y novilunios, tocar&#233;is las trompetas en el momento de ofrecer vuestros holocaustos, y vuestros sacrificios de comuni&#243;n. Eso servir&#225; para que vuestro Dios se acuerde de vosotros. Yo soy el Se&#241;or, vuestro Dios.#Lv 11,44-45+.</div><div class="ms1">Desde el Sina&#237; hasta Transjordania (10,11&#8211;25,19)</div><div class="ms2">Del Sina&#237; a Cad&#233;s (10,11&#8211;12,16)</div><div class="s1">Orden de marcha</div><div class="p"> 11En el a&#241;o segundo, a los veinte d&#237;as del segundo mes, la nube se levant&#243; por encima de la Morada del testimonio 12y los israelitas partieron en orden de marcha del desierto del Sina&#237; hasta que la nube se detuvo en el desierto de Par&#225;n.</div><div class="p"> 13Partieron por primera vez seg&#250;n lo hab&#237;a dispuesto el Se&#241;or por medio de Mois&#233;s. 14Abr&#237;a la marcha el estandarte del campamento de los descendientes de Jud&#225; por escuadrones. Al frente de sus tropas iba Naas&#243;n, hijo de Aminadab; 15al frente de las tropas de la tribu de los descendientes de Isacar iba Natanael, hijo de Zuar; 16y al frente de las tropas de la tribu de los descendientes de Zabul&#243;n iba Eliab, hijo de Jel&#243;n.</div><div class="p"> 17Luego, una vez desmontada la Morada, se pusieron en marcha los guersonitas y los meraritas, que eran los encargados de transportarla.</div><div class="p"> 18A continuaci&#243;n se puso en marcha el estandarte del campamento de Rub&#233;n por escuadrones; Elisur, hijo de Sedeur, iba al frente de sus tropas. 19Al frente de las tropas de la tribu de los descendientes de Sime&#243;n iba Selumiel, hijo de Zurisaday; 20y al frente de las tropas de la tribu de los descendientes de Gad iba Eliasaf, hijo de Deuel.</div><div class="p"> 21Seguidamente emprendieron la marcha los queatitas llevando los objetos sagrados; para cuando estos llegaban [a la siguiente acampada], los otros ya hab&#237;an montado la Morada.</div><div class="p"> 22Despu&#233;s emprendi&#243; la marcha el estandarte del campamento de los descendientes de Efra&#237;n por escuadrones; al frente de sus tropas iba Elisam&#225;, hijo de Amihud. 23Al frente de las tropas de los descendientes de la tribu de Manas&#233;s iba Gamaliel, hijo de Pedasur, 24mientras Abid&#225;n, hijo de Guideon&#237;, comandaba las tropas de la tribu de los descendientes de Benjam&#237;n.</div><div class="p"> 25Finalmente, a retaguardia de todos los campamentos, se puso en marcha el estandarte del campamento de los descendientes de Dan por escuadrones. Ajiezer, hijo de Amisaday, iba al frente de sus tropas. 26Al frente de las tropas de la tribu de los descendientes de Aser iba Paguiel, hijo de Ocr&#225;n, 27mientras Ajir&#225;, hijo de En&#225;n, iba al frente de las tropas de la tribu de los descendientes de Neftal&#237;.</div><div class="p"> 28Este era el orden de partida cuando los israelitas se pon&#237;an en marcha por escuadrones.</div><div class="s1">El suegro de Mois&#233;s</div><div class="p"> 29Mois&#233;s dijo a su suegro Jobab del clan madianita de Rag&#252;el:</div><div class="p">&#8212;Nosotros partimos hacia la tierra que el Se&#241;or ha prometido darnos. Ven con nosotros y seremos generosos contigo, pues el Se&#241;or ha prometido ser generoso con Israel.#ver Ex 2,16-21; 3,1; Jue 1,16; 4,11.</div><div class="p"> 30Pero Jobab le respondi&#243;:</div><div class="p">&#8212;Yo no ir&#233;, sino que retornar&#233; a mi tierra natal.</div><div class="p"> 31Mois&#233;s insisti&#243;:</div><div class="p">&#8212;Te ruego que no nos dejes, pues t&#250; conoces los lugares donde hemos de acampar en el desierto y podr&#225;s servirnos de gu&#237;a. 32Si vienes con nosotros, compartiremos contigo el bienestar que el Se&#241;or nos depare.</div><div class="p"> 33Marcharon, pues, del monte del Se&#241;or e hicieron tres jornadas de camino. El Arca de la alianza del Se&#241;or los acompa&#241;&#243; durante los tres d&#237;as de camino, busc&#225;ndoles un lugar donde acampar; 34por su parte, desde que salieron del campamento, la nube del Se&#241;or no dejaba de acompa&#241;arlos durante el d&#237;a.#9,15-23+.</div><div class="p"> 35Cuando el Arca se pon&#237;a en marcha, Mois&#233;s dec&#237;a:</div><div class="b"></div><div class="q">&#8212;&#161;Ponte, Se&#241;or, en acci&#243;n!</div><div class="q">Que sean dispersados tus enemigos</div><div class="q">y huyan de tu presencia los que te aborrecen.#Is 33,3; Sal 68,1.</div><div class="b"></div><div class="p"> 36Y cuando el Arca se deten&#237;a, dec&#237;a Mois&#233;s:</div><div class="q">&#8212;&#161;Mira con benevolencia, Se&#241;or,</div><div class="q">a los incontables ej&#233;rcitos de Israel!</div>
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 <div class="chapter ch11" data-usfm="NUM.11">
 <div class="label">11</div><div class="s1">Queja en Taber&#225;#Ex 16,2-36; Sal 78,23-29; 105,40.</div><div class="p"> 1El pueblo se quej&#243; con acritud ante el Se&#241;or. El Se&#241;or lo oy&#243; y, ardiendo en c&#243;lera, encendi&#243; contra ellos su fuego que devor&#243; uno de los flancos del campamento. 2Entonces el pueblo clam&#243; a Mois&#233;s que or&#243; al Se&#241;or, y el fuego se extingui&#243;.#32,11-13. 3Y ese lugar se llam&#243; Taber&#225; porque el fuego del Se&#241;or se encendi&#243; contra ellos.#Dt 9,22.</div><div class="p"> 4La gente extra&#241;a que se hab&#237;a mezclado con los israelitas sinti&#243; ansia de comer, y los propios israelitas lloraban diciendo:</div><div class="p">&#8212;&#191;Qui&#233;n nos proporcionar&#225; carne para comer? 5&#161;C&#243;mo nos acordamos del pescado que com&#237;amos gratis en Egipto, as&#237; como de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos! 6Pero ahora nuestras gargantas est&#225;n secas, pues solo disponemos de este man&#225;.</div><div class="p"> 7El man&#225; era como semilla de cilantro, y su color como color de bedelio. 8El pueblo se diseminaba para recogerlo y lo mol&#237;a en molinos o lo machacaba en morteros; luego lo coc&#237;a en caldera y hac&#237;a tortas con &#233;l. Su sabor era como el de una torta de aceite. 9Cuando por la noche descend&#237;a el roc&#237;o sobre el campamento, tambi&#233;n el man&#225; descend&#237;a sobre &#233;l. 10Mois&#233;s oy&#243; como los componentes de las distintas familias del pueblo se lamentaban, cada uno a la puerta de su tienda. Esto provoc&#243; el estallido de la c&#243;lera del Se&#241;or, cosa que disgust&#243; mucho a Mois&#233;s 11hasta el punto de decir al Se&#241;or:</div><div class="p">&#8212;&#191;Por qu&#233; tratas tan mal a tu siervo? &#191;Por qu&#233; me has retirado tu favor y has puesto la carga de todo este pueblo sobre m&#237;? 12&#191;Conceb&#237; yo a todo este pueblo? &#191;Acaso engendr&#233; yo a este pueblo o lo di a luz para que me digas: &#171;Ll&#233;valo en tu regazo &#8212;como hace la nodriza con el ni&#241;o de pecho&#8212; a la tierra que prometiste con juramento a sus antepasados&#187;? 13Porque &#191;d&#243;nde conseguir&#233; carne para dar de comer a todo este pueblo? Y es que vienen a m&#237; con lamentos y me exigen: &#171;&#161;Danos carne para comer!&#187;. 14Yo solo no puedo cargar con todo este pueblo, porque es demasiado pesado para m&#237;.#Ex 18,18 (ver 1 Re 3,9; 2 Re 19,4). 15Si me vas a tratar as&#237;, prefiero que me mates; pero si a&#250;n gozo de tu favor, te ruego que no prolongues mi desventura.</div><div class="p"> 16El Se&#241;or contest&#243; a Mois&#233;s:</div><div class="p">&#8212;Re&#250;neme setenta hombres de los principales de Israel, de los que tengas constancia que son l&#237;deres y maestros del pueblo; tr&#225;elos a la entrada de la Tienda del encuentro y ponlos junto a ti.#Ex 18,21-26. 17Yo descender&#233; y hablar&#233; all&#237; contigo; tomar&#233; parte del esp&#237;ritu que hay en ti y se lo infundir&#233; a ellos; as&#237; compartir&#225;n contigo la carga del pueblo y no tendr&#225;s que llevarla t&#250; solo.#2 Re 2,9.15. 18Y al pueblo le dir&#225;s: &#171;Purificaos para ma&#241;ana pues vais a comer carne. Vuestras quejas han llegado a o&#237;dos del Se&#241;or cuando dec&#237;ais: &#8220;&#161;Qui&#233;n nos diera carne para comer! &#161;Ciertamente nos iba mejor en Egipto!&#8221;. Pues bien, el Se&#241;or os dar&#225; carne, y comer&#233;is. 19No comer&#233;is un d&#237;a, ni dos, ni cinco, ni diez, ni veinte, 20sino durante un mes entero, hasta que os salga por las narices, y la aborrezc&#225;is; as&#237; ser&#225; por cuanto rechazasteis al Se&#241;or que est&#225; en medio de vosotros al quejaros ante &#233;l, diciendo: &#8220;&#191;Para qu&#233; salimos de Egipto?&#8221;&#187;.</div><div class="p"> 21Entonces dijo Mois&#233;s:</div><div class="p">&#8212;El pueblo en medio del cual estoy suma seiscientos mil hombres de a pie y sin embargo t&#250; dices: &#161;Les dar&#233; suficiente carne para comer durante un mes entero!#1,46+. 22&#191;Acaso hay suficientes ovejas y bueyes que puedan ser degollados? &#191;Es posible juntar para ellos todos los peces del mar para que tengan bastante?</div><div class="p"> 23El Se&#241;or respondi&#243; a Mois&#233;s:</div><div class="p">&#8212;&#191;Es que tiene un l&#237;mite el poder del Se&#241;or? Enseguida ver&#225;s si lo que te he dicho se cumple o no.#Gn 18,14; Jr 32,17; Jb 42,2; Mt 19,26.</div><div class="p"> 24Mois&#233;s sali&#243; y comunic&#243; al pueblo las palabras del Se&#241;or. Luego reuni&#243; a setenta hombres de los ancianos del pueblo y los hizo situarse alrededor de la Tienda. 25Acto seguido el Se&#241;or descendi&#243; en la nube y le habl&#243;; tom&#243; luego parte del esp&#237;ritu que pose&#237;a Mois&#233;s y se lo infundi&#243; a los setenta ancianos. Y cuando el esp&#237;ritu entr&#243; en ellos, se pusieron a hablar como profetas, cosa que no volvi&#243; a repetirse.#11,17+.</div><div class="p"> 26Dos hombres, uno llamado Eldad y el otro Medad, que hab&#237;an permanecido en el campamento, se vieron tambi&#233;n invadidos por el esp&#237;ritu; estaban entre los elegidos, pero no hab&#237;an acudido a la Tienda, a pesar de lo cual comenzaron a hablar como profetas en el campamento. 27Un joven corri&#243; y dio aviso a Mois&#233;s, diciendo:</div><div class="p">&#8212;Eldad y Medad est&#225;n actuando como profetas en el campamento.</div><div class="p"> 28Entonces Josu&#233;, hijo de Nun y ayudante de Mois&#233;s desde su juventud, intervino diciendo:</div><div class="p">&#8212;Se&#241;or m&#237;o Mois&#233;s, &#161;detenlos!#34,17; Dt 1,38; 34,9; Jos 1,1; 2,1; etc.</div><div class="p"> 29Pero Mois&#233;s le respondi&#243;:</div><div class="p">&#8212;&#191;Est&#225;s celoso por m&#237;? Ojal&#225; todo el pueblo del Se&#241;or fuera profeta y el Se&#241;or les infundiera su esp&#237;ritu.</div><div class="p"> 30Dicho esto, Mois&#233;s regres&#243; al campamento junto con los ancianos de Israel.</div><div class="s1">Las codornices</div><div class="p"> 31El Se&#241;or levant&#243; un viento que trajo bandadas de codornices desde la regi&#243;n mar&#237;tima, y las arroj&#243; junto al campamento, aleteando a un metro del suelo en un radio de una jornada de camino. 32El pueblo se dedic&#243; a recoger codornices todo aquel d&#237;a, toda la noche y todo el d&#237;a siguiente. El que menos codornices recogi&#243;, lo hizo en una gran cantidad y las tendieron alrededor del campamento. 33A&#250;n ten&#237;an la carne entre los dientes, sin acabar de masticarla, cuando la c&#243;lera del Se&#241;or estall&#243; contra el pueblo y lo hiri&#243; el Se&#241;or con una terrible plaga. 34El lugar se llam&#243; Kibrot-Hatav&#225;, por cuanto all&#237; fueron sepultados los culpables de glotoner&#237;a.</div><div class="p"> 35Luego el pueblo parti&#243; de Kibrot-Hatav&#225; hacia Jaserot.</div>
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La Palabra (versión española)

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 <div class="chapter ch5" data-usfm="MRK.5.1+MRK.5.2+MRK.5.3+MRK.5.4+MRK.5.5+MRK.5.6+MRK.5.7+MRK.5.8+MRK.5.9+MRK.5.10+MRK.5.11+MRK.5.12+MRK.5.13+MRK.5.14+MRK.5.15+MRK.5.16+MRK.5.17+MRK.5.18+MRK.5.19+MRK.5.20">
 <div class="p">1Llegaron a la otra orilla del lago, a la regi&#243;n de Gerasa. 2En cuanto Jes&#250;s baj&#243; de la barca, sali&#243; a su encuentro, procedente del cementerio, un hombre pose&#237;do por un esp&#237;ritu impuro. 3Este hombre viv&#237;a en el cementerio y nadie hab&#237;a podido sujetarlo ni siquiera con cadenas. 4Muchas veces lo hab&#237;an encadenado y sujetado con grilletes, pero siempre los hab&#237;a roto y ya nadie lograba dominarlo. 5D&#237;a y noche andaba entre las tumbas y por los montes, gritando y golpe&#225;ndose con piedras. 6Al ver de lejos a Jes&#250;s, ech&#243; a correr y fue a arrodillarse a sus pies, 7gritando con todas sus fuerzas:</div><div class="p">&#8212;&#161;D&#233;jame en paz, Jes&#250;s, Hijo del Dios Alt&#237;simo! &#161;Por Dios te ruego que no me atormentes!#1,1.23; Mt 14,33; Lc 1,32; 6,35.</div><div class="p"> 8Y es que Jes&#250;s hab&#237;a dicho al esp&#237;ritu impuro que saliera de aquel hombre. 9Jes&#250;s le pregunt&#243;:</div><div class="p">&#8212;&#191;C&#243;mo te llamas?</div><div class="p">&#201;l contest&#243;:</div><div class="p">&#8212;Me llamo &#171;Legi&#243;n&#187;, porque somos muchos.</div><div class="p"> 10Y suplicaba insistentemente a Jes&#250;s que no los echara fuera de aquella regi&#243;n. 11Al pie de la monta&#241;a estaba paciendo una gran piara de cerdos, 12y los esp&#237;ritus rogaron a Jes&#250;s:</div><div class="p">&#8212;Env&#237;anos a los cerdos para que entremos en ellos.</div><div class="p"> 13Jes&#250;s se lo permiti&#243;, y los esp&#237;ritus impuros salieron del hombre y entraron en los cerdos. Al instante, la piara se lanz&#243; pendiente abajo hasta el lago, donde los cerdos, que eran unos dos mil, se ahogaron.</div><div class="p"> 14Los porquerizos salieron huyendo y lo contaron en el pueblo y por los campos, de manera que la gente fue all&#225; a ver lo sucedido. 15Cuando la gente lleg&#243; adonde se encontraba Jes&#250;s, vio al hombre que hab&#237;a estado pose&#237;do por la legi&#243;n de demonios, y que ahora estaba sentado, vestido y en su cabal juicio. Y todos se llenaron de miedo. 16Los testigos del hecho refirieron a los dem&#225;s lo que hab&#237;a pasado con el poseso y con los cerdos, 17por lo cual, todos se pusieron a rogar a Jes&#250;s que se marchara de su comarca.</div><div class="p"> 18Entonces Jes&#250;s subi&#243; a la barca. El hombre que hab&#237;a estado endemoniado le rogaba que le permitiera acompa&#241;arlo. 19Pero Jes&#250;s no se lo permiti&#243;, sino que le dijo:</div><div class="p">&#8212;Vete a tu casa, a los tuyos, y cu&#233;ntales todo lo que el Se&#241;or ha hecho contigo y c&#243;mo ha tenido compasi&#243;n de ti.</div><div class="p"> 20El hombre se march&#243; y comenz&#243; a proclamar por los pueblos de la regi&#243;n de la Dec&#225;polis lo que Jes&#250;s hab&#237;a hecho con &#233;l; y todos se quedaban asombrados.</div>
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