Corro a TiMuestra

Correr hacia lo que necesitamos.

Jacob tenía temor de reencontrarse con su hermano Esaú, entre ellos las cosas no habían terminado bien la última vez que se vieron. Inclusive, Esaú deseaba matar a Jacob y vengarse de él por haberle robado su primogenitura, que en realidad no fue sino el mismo Esaú quien la menospreció y esto había sido aprovechado por Jacob para comprarla por un plato de lentejas. Jacob valoró lo que Esaú despreció.

Pasados los años, luego que Jacob se encontrara con Dios, supo que su hermano se aproximaba al lugar en el desierto donde él y su familia se encontraban. Lleno de miedo, se rodeó de su familia , y se encontró con Esaú esperando lo peor. Sin embargo, la Biblia dice que cuando Esaú miró a su hermano vio en él el rostro de un ángel, su corazón fue movido a misericordia y corriendo a abrazarlo, le besó con lágrimas. Ese fue un día maravilloso de perdón y reconciliación para los hijos de Isaac y Rebeca.

Muchas veces nos rehusamos a correr hacia el perdón, mantenemos la espada desenvainada tratando de defendernos, y aunque el tiempo pasa guardamos la ofensa en el corazón. Esaú sabía que no le había ido en la vida bien odiando y resintiendo contra su hermano, así que decidió dejar todo el pasado atrás, soltar la ira y correr hacia el perdón. Finalmente Jacob era su hermano, inclusive ellos habían compartido el útero materno pues nacieron el mismo día. Necesitamos perdonar si queremos un día ser perdonados por Dios. Necesitamos soltar el odio y la ira para correr libremente al Trono de Dios. El odio es un letal veneno que destruye al que lo guarda.

¿Te detiene el rencor? Perdona, te aseguro que correrás por los caminos de la vida con mucha más libertad.

Si vas a correr hacia el Trono De Dios, asegúrate de estar siempre libre de resentimientos y odio.