¡Sí, TENGO UNA FAMILIA!Muestra
MIEMBROS DE LA FAMILIA DE DIOS.
Este sentimiento de soledad que se experimenta a causa de no tener una familia con el tiempo se va haciendo mas fuerte y doloroso. Constantemente las familias suelen discutir, o a veces no son lo suficiente amables o serviciales como nos gustaría y esto a lo largo de la vida te va dejando un sentimiento de desamparo que puede llegar a causar mucho resentimiento en el corazón llevándote también a la cautividad emocional, física y financiera.
Dios siempre está atento a las necesidades de sus hijos y ahora que ya eres uno de ellos tienes que recibir lo que este versículo promete para ti:
"Dios hace habitar en familia a los desamparados, saca a los cautivos a prosperidad, mas los rebeldes habitan en tierra seca” (Salmos 68:6).
Nuestro Dios no hizo la tierra seca para sus hijos, esto está solo preparado para los rebeldes. Él quiere que con mansedumbre perdones cada herida que tus familiares te han causado. Él quiere sacarte de esa cautividad a una tierra llena de prosperidad, quiere que habites en familia y que no estés más desamparado. Este es y siempre será su deseo como Padre:
“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma” (3 Juan 1:2).
La prosperidad en todas las áreas es el deseo de Dios para tu vida, Él no quiere que estés solo, sino que habites en una familia tanto en la tierra como una familia espiritual, Él ha prometido hacerte habitar en ambas familias. Lee con entusiasmo las palabras del Apóstol Pablo:
“Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra” (Efesios 3:14-15).
Solo nuestro Padre Celestial puede restaurar la familia. Detrás de toda familia en la tierra también esta la familia de los cielos y es Dios quien puede hacerte habitar en ambas con paz y gozo.
“Porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios” (Efesios 2:18-19).
No estás solo, eres un miembro de la familia de Dios.
Acerca de este Plan
La familia, es ese lugar cálido y amable que nos hace sentir seguros. Sin embargo, para muchos puede ser un motivo de tristeza, sobre todo en tiempos especiales de celebraciones cuando nos damos cuenta que no tenemos con quien compartir o que nunca hemos sido parte de un generoso grupo familiar. Dios quiere hoy sanar el vacío de la soledad y hacerte un miembro de la familia celestial.
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Nos gustaría agradecer a María Gabriela González Mendoza por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://instagram.com/mggm84