Exploremos el libro de Hechos: el Espíritu SantoMuestra

Señales y prodigios

El libro de Hechos está lleno de milagros, que son señales del Señorío de Cristo y del poder del Espíritu Santo. Así como Jesús mostró compasión y demostró su autoridad al expulsar demonios, sanar enfermos y resucitar muertos, también lo hacen los apóstoles. Sin embargo, tienen cuidado de dejar claro que el poder y la autoridad son de Jesús, no de ellos (Hechos 3:6,12,16; 4:10). Realizar señales y prodigios es una clara manifestación del poder del Espíritu Santo que habita en ellos y es parte integral del crecimiento de la iglesia primitiva.

Lee Hechos 9:32-42 y luego considera:

1. En Hechos 5:12-16, Lucas dice, resumiendo, que los apóstoles hacían regularmente señales y prodigios. Aquí proporciona dos ejemplos específicos. Ambos se asemejan mucho a milagros de Jesús (ver Lucas 5:17-26, la curación de un paralítico; y Lucas 8:41-56, la resurrección de la hija de Jairo). ¿Por qué Lucas pudo haber elegido describir estos dos milagros en particular?
2. ¿Cuáles son las similitudes y diferencias entre estos dos milagros? ¿De qué forma la repetición de la palabra “levántate” refuerza la realidad de la resurrección de Jesús?
3. La gente de Lida, Sarón y Jope se vuelve al Señor después de presenciar la restauración de Eneas y Tabita. (Hechos 9:35, 42) ¿Cómo podría esta conexión entre señales y prodigios y la evangelización desafiarnos a repensar la forma en que hacemos Iglesia y misión hoy?
4. ¿Con qué frecuencia oras para que los enfermos sean sanados en el nombre de Jesús? Pide a Dios una oportunidad para hacerlo.