De Huérfano a Hijo

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Todos a La Mesa

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¡Levántate! 7 Claves Para Levantarte Y Seguir.

Dios en Medio de la Depresión

Compartir tu Fe con Amigos y Familia: Una Guía Práctica

Compartiendo a Jesús después de la Navidad

Conquistar El Miedo a Compartir Tu Fe

Reinicio

La Palabra (versión española)

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 <div class="chapter ch18" data-usfm="LUK.18.1+LUK.18.2+LUK.18.3+LUK.18.4+LUK.18.5+LUK.18.6+LUK.18.7+LUK.18.8+LUK.18.9+LUK.18.10+LUK.18.11+LUK.18.12+LUK.18.13+LUK.18.14+LUK.18.15+LUK.18.16+LUK.18.17+LUK.18.18+LUK.18.19+LUK.18.20+LUK.18.21+LUK.18.22+LUK.18.23+LUK.18.24+LUK.18.25+LUK.18.26+LUK.18.27+LUK.18.28+LUK.18.29+LUK.18.30+LUK.18.31+LUK.18.32+LUK.18.33+LUK.18.34+LUK.18.35+LUK.18.36+LUK.18.37+LUK.18.38+LUK.18.39+LUK.18.40+LUK.18.41+LUK.18.42+LUK.18.43">
 <div class="p">1Jes&#250;s les cont&#243; una par&#225;bola para ense&#241;arles que deb&#237;an orar en cualquier circunstancia, sin jam&#225;s desanimarse. Les dijo:#11,9-10 y par., Rm 1,10; 12,12; Col 1,3; 4,2; 1 Ts 5,17; 2 Ts 1,11.</div><div class="p"> 2&#8212;Hab&#237;a una vez en cierta ciudad un juez que no tem&#237;a a Dios ni respetaba a persona alguna. 3Viv&#237;a tambi&#233;n en la misma ciudad una viuda que acudi&#243; al juez, rog&#225;ndole: &#171;Hazme justicia frente a mi adversario&#187;. 4Durante mucho tiempo, el juez no quiso hacerle caso, pero al fin pens&#243;: &#171;Aunque no temo a Dios ni tengo respeto a nadie, 5voy a hacer justicia a esta viuda para evitar que me siga importunando. As&#237; me dejar&#225; en paz de una vez&#187;.</div><div class="p"> 6El Se&#241;or a&#241;adi&#243;:</div><div class="p">&#8212;Ya hab&#233;is o&#237;do lo que dijo aquel mal juez. 7Pues bien, &#191;no har&#225; Dios justicia a sus elegidos, que claman a &#233;l d&#237;a y noche? &#191;Cre&#233;is que los har&#225; esperar?#Ap 6,10. 8Os digo que les har&#225; justicia enseguida. Pero cuando venga el Hijo del hombre, &#191;a&#250;n encontrar&#225; fe en este mundo?#Mt 10,23; 16,27; 24,12; 25,31.</div><div class="s1">Par&#225;bola del fariseo y el recaudador de impuestos</div><div class="p"> 9A unos que alardeaban de su propia rectitud y despreciaban a todos los dem&#225;s, Jes&#250;s les cont&#243; esta par&#225;bola:#16,15; 20,20; Mt 23,28.</div><div class="p"> 10&#8212;En cierta ocasi&#243;n, dos hombres fueron al Templo a orar. Uno de ellos era un fariseo y el otro un recaudador de impuestos. 11El fariseo, plantado en primera fila, oraba en su interior de esta manera: &#171;&#161;Oh Dios!, te doy gracias porque yo no soy como los dem&#225;s: ladrones, malvados y ad&#250;lteros. Tampoco soy como ese recaudador de impuestos. 12Ayuno dos veces por semana y pago al Templo la d&#233;cima parte de todas mis ganancias&#187;.#5,33-35; Mt 6,16. 13En cambio, el recaudador de impuestos, que se manten&#237;a a distancia, ni siquiera se atrev&#237;a a levantar la vista del suelo, sino que se golpeaba el pecho y dec&#237;a: &#171;&#161;Oh Dios!, ten compasi&#243;n de m&#237;, que soy pecador&#187;.#23,48. 14Os digo que este recaudador de impuestos volvi&#243; a casa con sus pecados perdonados; el fariseo, en cambio, no. Porque Dios humillar&#225; a quien se ensalce a s&#237; mismo; pero ensalzar&#225; a quien se humille a s&#237; mismo.#14,11; Jb 29,23; Mt 18,4; 23,12.</div><div class="s1">Jes&#250;s bendice a unos ni&#241;os</div><div class="r">(Mt 19,13-15; Mc 10,13-16)</div><div class="p"> 15Llevaron unos ni&#241;os a Jes&#250;s para que los bendijese. Los disc&#237;pulos, al verlo, re&#241;&#237;an a quienes los llevaban; 16pero Jes&#250;s, llamando a los ni&#241;os, dijo:</div><div class="p">&#8212;Dejad que los ni&#241;os vengan a m&#237; y no se lo impid&#225;is, porque el reino de Dios es para los que son como ellos.#9,47; Mt 5,20; 18,3-5 (ver 10,21). 17Os aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un ni&#241;o, no entrar&#225; en &#233;l.</div><div class="s1">Un rico quiere seguir a Jes&#250;s</div><div class="r">(Mt 19,16-30; Mc 10,17-31)</div><div class="p"> 18Uno de los jefes de los jud&#237;os pregunt&#243; a Jes&#250;s:</div><div class="p">&#8212;Maestro bueno, &#191;qu&#233; he de hacer para alcanzar la vida eterna?#10,25.</div><div class="p"> 19Jes&#250;s le dijo:</div><div class="p">&#8212;&#191;Por qu&#233; me llamas bueno? Nadie es bueno sino solamente Dios. 20Ya sabes los mandamientos: No cometas adulterio, no mates, no robes, no des falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre.#Ex 20,12-16; Dt 5,16-20.</div><div class="p"> 21El dignatario respondi&#243;:</div><div class="p">&#8212;Todo eso lo he guardado desde mi adolescencia.</div><div class="p"> 22Al escuchar estas palabras, Jes&#250;s le dijo:</div><div class="p">&#8212;A&#250;n te falta algo: vende todo lo que posees y reparte el producto entre los pobres. As&#237; te har&#225;s un tesoro en el cielo. Luego, vuelve aqu&#237; y s&#237;gueme.#12,33; Mt 6,20; 19,21 (ver Mc 14,5); Jn 12,5; Hch 2,45; 4,34-37; Col 3,2 .</div><div class="p"> 23Cuando el hombre oy&#243; esto, se entristeci&#243; mucho, porque era muy rico. 24Jes&#250;s, vi&#233;ndolo tan triste, dijo:</div><div class="p">&#8212;&#161;Qu&#233; dif&#237;cil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios! 25Es m&#225;s f&#225;cil para un camello pasar por el ojo de una aguja que para un rico entrar en el reino de Dios.</div><div class="p"> 26Los que estaban escuchando preguntaron:</div><div class="p">&#8212;Pues, en ese caso, &#191;qui&#233;n podr&#225; salvarse?</div><div class="p"> 27Jes&#250;s contest&#243;:</div><div class="p">&#8212;Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.#Gn 18,14; Za 8,6; Jb 42,2.</div><div class="p"> 28Pedro le dijo entonces:</div><div class="p">&#8212;T&#250; sabes que nosotros hemos dejado nuestras cosas para seguirte.</div><div class="p"> 29Jes&#250;s les dijo:</div><div class="p">&#8212;Os aseguro que todo aquel que haya dejado casa, mujer, hermanos, padres o hijos por causa del reino de Dios,#14,26. 30recibir&#225; mucho m&#225;s en este mundo, y en el mundo venidero recibir&#225; la vida eterna.</div><div class="s1">Jes&#250;s anuncia por tercera vez su muerte y su resurrecci&#243;n</div><div class="r">(Mt 20,17-19; Mc 10,32-34)</div><div class="p"> 31Jes&#250;s, tomando aparte a los Doce, les dijo:</div><div class="p">&#8212;Ya veis que estamos subiendo a Jerusal&#233;n, donde ha de cumplirse todo lo que escribieron los profetas acerca del Hijo del hombre.#6,13; 24,25-27.44.46; Hch 3,18; 13,27-29. 32All&#237; ser&#225; entregado en manos de extranjeros que se burlar&#225;n de &#233;l, lo insultar&#225;n, le escupir&#225;n,#Mt 16,21 y par., 17,22-23 y par. (ver Lc 12,50; 13,32-33). 33lo golpear&#225;n y le dar&#225;n muerte. Pero al tercer d&#237;a resucitar&#225;.</div><div class="p"> 34Los ap&#243;stoles no comprend&#237;an nada. No pod&#237;an entender lo que Jes&#250;s les dec&#237;a, porque el sentido de sus palabras era un misterio para ellos.#9,45; Mc 4,13; 7,18; 8,17-21; 9,32.</div><div class="s1">Curaci&#243;n del ciego de Jeric&#243;</div><div class="r">(Mt 20,29-34; Mc 10,46-52)</div><div class="p"> 35Jes&#250;s iba acerc&#225;ndose a Jeric&#243;. Y un ciego que estaba sentado junto al camino pidiendo limosna, 36al o&#237;r el alboroto de la gente que pasaba, pregunt&#243; qu&#233; era aquello. 37Le contestaron:</div><div class="p">&#8212;Es que est&#225; pasando por aqu&#237; Jes&#250;s de Nazaret.#17,13; Mt 1,1; 2,23; 9,27; 15,22; Hch 2,22; 3,6; 22,8; 26,9.</div><div class="p"> 38Entonces el ciego se puso a gritar:</div><div class="p">&#8212;&#161;Jes&#250;s, hijo de David, ten compasi&#243;n de m&#237;!</div><div class="p"> 39Los que iban delante le mandaban que callara, pero &#233;l gritaba cada vez m&#225;s:</div><div class="p">&#8212;&#161;Hijo de David, ten compasi&#243;n de m&#237;!</div><div class="p"> 40Jes&#250;s, entonces, se detuvo y mand&#243; que se lo trajeran. Cuando ya lo ten&#237;a cerca, le pregunt&#243;:</div><div class="p"> 41&#8212;&#191;Qu&#233; quieres que haga por ti?</div><div class="p">El ciego contest&#243;:</div><div class="p">&#8212;Se&#241;or, que vuelva a ver.</div><div class="p"> 42Jes&#250;s le dijo:</div><div class="p">&#8212;Recobra la vista. Tu fe te ha sanado.#7,50; 8,48 y par.; 17,19.</div><div class="p"> 43En el mismo instante, el ciego recobr&#243; la vista y, dando gloria a Dios, se uni&#243; a los que segu&#237;an a Jes&#250;s. Y todo el pueblo que presenci&#243; lo sucedido alab&#243; tambi&#233;n a Dios.#2,20.28.</div>
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