Dale sentido a tu vida – Parte 2: Un rebosante consuelo

“Cuando saqué de ese país a vuestros antepasados, vosotros llegasteis al Mar Rojo y los egipcios os persiguieron con sus carros de guerra y su caballería”. (Josué 24:6)

Los israelitas fueron hechos esclavos en Egipto y sufrieron a manos de sus crueles amos. ¿Tiene eso algún sentido, considerando el hecho de que eran el pueblo elegido de Dios? Quizás no tiene sentido ni para ti ni para mi. Pero los caminos de Dios no son los nuestros, y sus pensamientos no son los nuestros. Y si tratamos de darle sentido a las cosas según nuestra lógica o incluso nuestra cultura, ciertamente no vamos a entender lo que Dios hace a veces en nuestras vidas. Él permite situaciones difíciles para construir la fe en su pueblo; pero hay más que quiere hacer en nosotros y a través de nosotros. Quiere que sintamos lo que Él siente.

La Biblia dice que Dios es el Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones. ¿Por qué? Para que podamos consolar a los demás con el mismo consuelo que nosotros hemos recibido de Dios. Ésa es la historia del pueblo judío. Si estudias su historia a lo largo de los siglos, verás que siempre han cuidado de los pobres, indefensos y oprimidos entre ellos, diciendo: "Una vez nos trataron de esa manera cuando éramos esclavos en Egipto".

¿Alguna vez te han roto el corazón? ¿Has sido herido por personas cercanas a ti? ¿Te ha hecho daño tu propia familia? ¿Alguna vez te ha decepcionado un jefe? ¿Te han mentido? ¿Has sido rechazado porque eres cristiano? Sí, podemos salir lastimados. Pero el Señor es el Dios de toda misericordia que usa los golpes de la vida y los dolores del corazón para que podamos tener compasión de los demás, para que podamos sentir lo que Dios siente por ellos, para que podamos acercarnos a ellos y decirles: "Lo sé, estás llorando y sé que duele, pero no te rindas". ¡No huyas, porque Dios puede ayudarte como ningún amigo o familiar puede hacerlo!

¿No te alegra que Él sea el Dios de todo consuelo, y que el consuelo que nos brinda a ti y a mí pueda abundar para el consuelo de los demás?

Continuará…