Alcanzando Tus SueñosMuestra

Los sueños nacen el corazón de Dios

Dios pone en el corazón los sueños de acuerdo a su propósito. En las Escrituras podemos encontrar innumerables ejemplos de sueños que Dios colocó en hombres y mujeres para que trajeran una solución a situaciones humanas, como por ejemplo la vida de Moisés y la de Josué. Dios los escogió como líderes para sacar a Israel de la esclavitud y llevarlos a la tierra prometida. El deseo de libertad fue sembrado en los corazones de Moisés y de Josué desde antes de que Dios les diera una palabra. Ese era su propósito de vida, suplir la necesidad que Dios tenía de liberar a su pueblo.

No todos los sueños se originan de igual manera, algunos nacen de situaciones que hemos vivido y superado en la vida. Estas experiencias provocan en nosotros el deseo de ayudar a otras personas que haya pasando por lo mismo que uno vivió. Lo interesante de estos sueños es que ellos se convierten en nuestro testimonio de vida.

Dios también desea complacer los anhelos de nuestros corazones (casarnos, tener hijos, comprar un automóvil, tener una casa, entre otros), por lo que no es malo soñar con cosas materiales. Dios nos ama y quiere complacernos porque somos sus hijos y Él es un buen Padre. Pero no podemos olvidar que si Dios nos bendice es para ser de bendición para otros.

Hay muchos sueños que son individuales pero suele suceder que Dios ponga personas en tu camino con el mismo sueño que tú. Estos compañeros de vida serán tus aliados para ayudarte a ver esos sueños hechos realidad.

En tu cuaderno o en tu app de notas responder las siguientes preguntas:

1. ¿Por qué te cuesta tanto soñar?

2. ¿Por qué te cuesta creer en los sueños que Dios te ha dado?

“Dios nos ama y como Padre desea vernos felices y bendecidos".