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 <div class="book bk2CH">
 <div class="chapter ch34" data-usfm="2CH.34.3+2CH.34.4+2CH.34.5+2CH.34.6+2CH.34.7+2CH.34.8+2CH.34.9+2CH.34.10+2CH.34.11+2CH.34.12+2CH.34.13+2CH.34.14+2CH.34.15+2CH.34.16+2CH.34.17+2CH.34.18+2CH.34.19+2CH.34.20+2CH.34.21+2CH.34.22+2CH.34.23+2CH.34.24+2CH.34.25+2CH.34.26+2CH.34.27+2CH.34.28+2CH.34.29+2CH.34.30+2CH.34.31+2CH.34.32+2CH.34.33">
 <div class="p">3En el octavo a&#241;o de su reinado, cuando era joven, empez&#243; a consultar al Dios de su antepasado David, y en el duod&#233;cimo a&#241;o empez&#243; a limpiar Jud&#225; y Jerusal&#233;n de los santuarios locales, postes sagrados, &#237;dolos e im&#225;genes.#2 Re 23,4-20. 4Se demolieron en su presencia los altares de los baales y derrib&#243; los altares para el incienso que hab&#237;a encima; tritur&#243; y redujo a polvo los postes sagrados, los &#237;dolos y las im&#225;genes, y luego lo esparci&#243; sobre las tumbas de sus adoradores. 5Quem&#243; los huesos de los sacerdotes sobre los altares, purificando as&#237; a Jud&#225; y Jerusal&#233;n. 6En las ciudades de Manas&#233;s, Efra&#237;n, Sime&#243;n, Neftal&#237; y lugares de alrededor 7destruy&#243; tambi&#233;n los altares, redujo a polvo los postes sagrados y los &#237;dolos, y derrib&#243; todos los altares de incienso del territorio de Israel. Finalmente regres&#243; a Jerusal&#233;n.</div><div class="s1">Las obras del Templo</div><div class="r">(2 Re 22,3-6.8-20; 23,1-3)</div><div class="p"> 8En el a&#241;o d&#233;cimo octavo de su reinado, despu&#233;s de haber purificado el pa&#237;s y el Templo, Jos&#237;as envi&#243; a Saf&#225;n, hijo de Asal&#237;as, a Maas&#237;as, gobernador de la ciudad y al canciller Joaj, hijo de Joajaz, a reparar el Templo del Se&#241;or, su Dios. 9Ellos se presentaron al sumo sacerdote Jilqu&#237;as con el dinero ingresado en el Templo y recogido por los levitas porteros en Manas&#233;s y Efra&#237;n, en el resto de Israel, en todo Jud&#225; y Benjam&#237;n y en Jerusal&#233;n; #ver 2 Re 12,10-16. 10dinero que entregaron a los encargados de las obras del Templo, para que pagasen a los obreros que llevaban a cabo la reparaci&#243;n de los desperfectos del Templo. 11Se lo dieron a los carpinteros y constructores para comprar piedras labradas y madera de carpinter&#237;a para las vigas de los edificios arruinados por la desidia de los reyes de Jud&#225;. 12Estos hombres hac&#237;an su trabajo con honradez, bajo la supervisi&#243;n de los levitas J&#225;jat y Abd&#237;as, del clan de Merar&#237;, y de Zacar&#237;as y Mesul&#225;n, del clan de Queat, que los dirig&#237;an. Los levitas, todos ellos expertos en instrumentos musicales, 13dirig&#237;an a los acarreadores y a todos los trabajadores en cada una de sus tareas. Otros levitas eran secretarios, inspectores y porteros.</div><div class="p"> 14Cuando estaban sacando el dinero ingresado en el Templo, el sumo sacerdote Jilqu&#237;as encontr&#243; el Libro de la Ley del Se&#241;or escrito por Mois&#233;s. 15Jilqu&#237;as comunic&#243; al secretario Saf&#225;n:</div><div class="p">&#8212;He encontrado en el Templo el Libro de la Ley.</div><div class="p">Y Jilqu&#237;as entreg&#243; el libro a Saf&#225;n. 16Saf&#225;n lo llev&#243; al rey y le rindi&#243; cuentas:</div><div class="p">&#8212;Tus servidores est&#225;n haciendo todo lo que se les ha encargado. 17Han recogido el dinero que estaba destinado al Templo y se lo han entregado a los encargados y a los trabajadores.</div><div class="p"> 18Luego Saf&#225;n dio la noticia al rey:</div><div class="p">&#8212;El sacerdote Jilqu&#237;as me ha entregado un libro.</div><div class="p">Y Saf&#225;n se lo ley&#243; al rey. 19Cuando el rey oy&#243; las palabras de la ley, se rasg&#243; las vestiduras 20y orden&#243; lo siguiente al sacerdote Jilqu&#237;as, a Ajic&#225;n, el hijo de Saf&#225;n, a Abd&#243;n, el hijo de Miqueas, al secretario Saf&#225;n y a Asa&#237;as, el oficial del rey:</div><div class="p"> 21&#8212;Id a consultar al Se&#241;or por m&#237;, por el resto de Israel y por Jud&#225; sobre el contenido de este libro que se acaba de encontrar, pues el Se&#241;or estar&#225; muy furioso contra nosotros, ya que nuestros antepasados no han obedecido las palabras del Se&#241;or ni han cumplido todo cuanto est&#225; escrito en este libro.#1 Re 22,5+.</div><div class="p"> 22El sacerdote Jilqu&#237;as y los enviados del rey fueron a ver a la profetisa Julda, esposa de Sal&#250;n, el hijo de Ticu&#225; y nieto de Jarj&#225;s, encargado del guardarropa, que viv&#237;a en el Barrio Nuevo de Jerusal&#233;n, y le contaron lo sucedido. 23Ella les contest&#243;:</div><div class="p">&#8212;Esto dice el Se&#241;or, Dios de Israel: Decid al hombre que os ha enviado: 24&#171;As&#237; dice el Se&#241;or: Voy a traer la desgracia sobre este lugar y sus habitantes; se cumplir&#225;n todas las maldiciones escritas en el libro que han le&#237;do ante el rey de Jud&#225;. 25Puesto que me han abandonado y han quemado incienso a otros dioses, provocando mi indignaci&#243;n con todas sus acciones, mi c&#243;lera estallar&#225; contra este lugar y no se apagar&#225;&#187;. 26Y al rey de Jud&#225; que os ha enviado a consultar al Se&#241;or le dir&#233;is: &#171;Esto dice el Se&#241;or, Dios de Israel, con relaci&#243;n a las palabras que has escuchado: 27Puesto que te has conmovido de coraz&#243;n y te has humillado ante el Se&#241;or, al escuchar sus palabras contra este lugar y sus habitantes, que se convertir&#225;n en objeto de ruina y maldici&#243;n; puesto que te has humillado ante m&#237;, has desgarrado tus vestiduras y has llorado ante m&#237;, yo tambi&#233;n te he escuchado &#8212;or&#225;culo del Se&#241;or&#8212;.#12,6-12. 28Cuando yo te re&#250;na con tus antepasados, te enterrar&#225;n en paz y no llegar&#225;s a ver toda la desgracia que voy a traer sobre este lugar y sobre sus habitantes&#187;.</div><div class="p">A continuaci&#243;n los enviados llevaron la respuesta al rey.</div><div class="p"> 29El rey mand&#243; convocar a todos los ancianos de Jud&#225; y Jerusal&#233;n. 30Luego el rey subi&#243; al Templo, acompa&#241;ado por toda la gente de Jud&#225;, los habitantes de Jerusal&#233;n, los sacerdotes, los levitas y todo el pueblo, peque&#241;os y grandes, y all&#237; les ley&#243; en voz alta todo el contenido del Libro de la Alianza encontrado en el Templo. 31Entonces se puso en pie sobre su estrado y sell&#243; la alianza ante el Se&#241;or, comprometi&#233;ndose a seguir a Dios, a observar sus mandamientos, normas y preceptos con todo el coraz&#243;n y toda el alma y a poner en pr&#225;ctica todas las estipulaciones de la alianza contenidas en este libro. 32Jos&#237;as hizo que todos los que se hallaban en Jerusal&#233;n ratificasen la alianza. Y los habitantes de Jerusal&#233;n actuaron de acuerdo con la alianza del Se&#241;or, Dios de sus antepasados. 33Suprimi&#243; Jos&#237;as todas las pr&#225;cticas abominables en todo el territorio israelita y comprometi&#243; a todos los que resid&#237;an en Israel a rendir culto al Se&#241;or su Dios. Y durante su vida no abandonaron al Se&#241;or, Dios de sus antepasados.</div>
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 <div class="chapter ch35" data-usfm="2CH.35">
 <div class="label">35</div><div class="s1">Celebraci&#243;n de la Pascua</div><div class="p"> 1Jos&#237;as celebr&#243; la Pascua del Se&#241;or en Jerusal&#233;n y sacrificaron el cordero pascual el d&#237;a catorce del primer mes.#Ex 12,2.6; 2 Re 23,21. 2Restableci&#243; a los sacerdotes en sus funciones y los anim&#243; a cumplir su servicio en el Templo del Se&#241;or. 3Y dijo a los levitas instructores de Israel y consagrados al Se&#241;or:</div><div class="p">&#8212;Dejad el Arca santa en el Templo que construy&#243; Salom&#243;n, el hijo de David, rey de Israel, pues ya no ten&#233;is que llevarla a hombros, y servid ahora al Se&#241;or, vuestro Dios, y a su pueblo, Israel. 4Organizaos por familias y por turnos como prescribieron David, rey de Israel, y su hijo Salom&#243;n.#5,4.7; ver 1 Cr 15,15; 23&#8211;26. 5Ocupad vuestros puestos en el santuario seg&#250;n la distribuci&#243;n de las familias de vuestros hermanos del pueblo y seg&#250;n la distribuci&#243;n de las familias levitas. 6Sacrificad el cordero pascual, santificaos y preparadlo a vuestros hermanos, cumpliendo lo que Dios mand&#243; por medio de Mois&#233;s.</div><div class="p"> 7Jos&#237;as proporcion&#243; a la gente, de su propio ganado, treinta mil corderos y cabritos, como v&#237;ctimas pascuales para los all&#237; presentes, y tres mil novillos.#Ex 12,5. 8De igual manera, sus oficiales hicieron donaciones voluntarias al pueblo, a los sacerdotes y a los levitas. Jilqu&#237;as, Zacar&#237;as y Jiel, intendentes del Templo dieron a los sacerdotes mil seiscientas v&#237;ctimas pascuales y trescientos novillos. 9Por su parte, los jefes levitas Conan&#237;as, Sema&#237;as, su hermano Natanael, Jasab&#237;as, Jiel y Josabad proporcionaron a sus hermanos cinco mil v&#237;ctimas pascuales y quinientos novillos. 10Una vez organizado el servicio, los sacerdotes ocuparon sus puestos y los levitas se distribuyeron por turnos, como el rey hab&#237;a ordenado. 11Entonces sacrificaron las v&#237;ctimas pascuales, y mientras los sacerdotes recib&#237;an la sangre y rociaban con ella las v&#237;ctimas, los levitas las desollaban, 12separaban las partes que deb&#237;an ser quemadas y las entregaban a los grupos de familias del pueblo para ofrecerlas a Dios, tal y como est&#225; escrito en el libro de Mois&#233;s. Y lo mismo hicieron con los novillos. 13Luego asaron las v&#237;ctimas pascuales, seg&#250;n lo prescrito, y cocieron las partes consagradas en ollas, calderos y cazuelas, para repartirlas inmediatamente entre la gente del pueblo. 14Despu&#233;s los levitas prepararon su parte y la de los sacerdotes, pues los sacerdotes descendientes de Aar&#243;n estuvieron ocupados hasta la noche en ofrecer los holocaustos y las grasas. Por eso los levitas las prepararon para s&#237; y para los sacerdotes. 15Tambi&#233;n los cantores, descendientes de Asaf, estaban en sus puestos, seg&#250;n lo prescrito por David, Asaf, Hem&#225;n y Jedut&#250;n, vidente del rey; a su vez, los porteros estaban en sus puertas respectivas, sin necesidad de abandonar sus servicios, ya que sus hermanos levitas les prepararon su parte.</div><div class="p"> 16As&#237; fue como se organiz&#243; aquel d&#237;a todo el servicio religioso para poder celebrar la Pascua y ofrecer los holocaustos en el altar del Se&#241;or, como hab&#237;a ordenado el rey Jos&#237;as. 17Los israelitas que se hallaban presentes en aquella ocasi&#243;n celebraron la Pascua y la fiesta de los Panes sin levadura durante siete d&#237;as.</div><div class="p"> 18No se hab&#237;a celebrado en Israel una Pascua como aquella desde la &#233;poca del profeta Samuel; ning&#250;n rey de Israel hab&#237;a celebrado una Pascua como la que celebraron Jos&#237;as, los sacerdotes, los levitas, toda la gente de Jud&#225; e Israel que estaba presente y los habitantes de Jerusal&#233;n. 19Aquella Pascua se celebr&#243; el a&#241;o d&#233;cimo octavo del reinado de Jos&#237;as.#2 Re 23,22-23.</div><div class="s1">Invasi&#243;n de Nec&#243; y muerte de Jos&#237;as</div><div class="p"> 20Despu&#233;s de todo esto, cuando Jos&#237;as termin&#243; de organizar el Templo, Nec&#243;, el rey de Egipto, subi&#243; a luchar en Carquemis, junto al r&#237;o &#201;ufrates, y Jos&#237;as le sali&#243; al encuentro. 21Nec&#243; le envi&#243; emisarios a decirle:</div><div class="p">&#8212;&#161;No tengo cuentas contigo, rey de Jud&#225;! Mi guerra no tiene que ver contigo, sino con otra dinast&#237;a, y Dios me ha dicho que me apresure. Deja, pues, de enfrentarte a Dios, que est&#225; conmigo, no sea que te castigue.</div><div class="p"> 22Pero Jos&#237;as no se retir&#243;, pues estaba decidido a enfrentarse con &#233;l, y desoyendo las palabras de Nec&#243;, inspiradas por Dios, le present&#243; batalla en el valle de Meguido. 23Los arqueros dispararon al rey Jos&#237;as, y este dijo a sus servidores:</div><div class="p">&#8212;&#161;Sacadme de aqu&#237;, que estoy malherido!</div><div class="p"> 24Sus servidores lo sacaron del carro y, cambi&#225;ndolo al carro que ten&#237;a de reserva, lo trasladaron a Jerusal&#233;n, donde muri&#243;. Luego lo enterraron en la sepultura de sus antepasados, mientras todo Jud&#225; y Jerusal&#233;n hicieron duelo por Jos&#237;as. 25Jerem&#237;as le dedic&#243; una eleg&#237;a, y hasta el d&#237;a de hoy todos los cantores y cantoras siguen recordando a Jos&#237;as en sus eleg&#237;as, que se convirtieron en una tradici&#243;n para Israel y ahora est&#225;n escritas en las Lamentaciones. 26El resto de la historia de Jos&#237;as, sus obras piadosas, de acuerdo con lo escrito en la ley del Se&#241;or, 27y sus hechos de principio a fin, est&#225;n escritos en el libro de los Reyes de Israel y Jud&#225;.#2 Re 23,28-30.</div>
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 <div class="chapter ch36" data-usfm="2CH.36">
 <div class="label">36</div><div class="s1">Reinado de Joacaz</div><div class="r">(2 Re 23,30b-34)</div><div class="p"> 1El pueblo tom&#243; a Joacaz, el hijo de Jos&#237;as, y lo nombr&#243; rey en Jerusal&#233;n en lugar de su padre. 2Joacaz comenz&#243; a reinar a los veintitr&#233;s a&#241;os, y rein&#243; en Jerusal&#233;n durante tres meses. 3El rey de Egipto lo destron&#243; en Jerusal&#233;n, impuso al pa&#237;s un tributo de cien talentos de plata y un talento de oro 4y nombr&#243; rey de Jud&#225; y Jerusal&#233;n a su hermano Eliaqu&#237;n, cambiando su nombre por el de Joaqu&#237;n. Luego Nec&#243; llev&#243; cautivo a Egipto a su hermano Joacaz.</div><div class="s1">Reinado de Joaqu&#237;n</div><div class="r">(2 Re 23,36a-37; 24,1.5-6)</div><div class="p"> 5Joaqu&#237;n ten&#237;a veinticinco a&#241;os cuando comenz&#243; a reinar, y rein&#243; en Jerusal&#233;n durante once a&#241;os. Joaqu&#237;n ofendi&#243; al Se&#241;or, su Dios. 6Nabucodonosor, el rey de Babilonia, hizo una expedici&#243;n contra &#233;l y se lo llev&#243; a Babilonia cargado de cadenas, 7llev&#225;ndose tambi&#233;n algunos objetos del Templo, que coloc&#243; en su palacio de Babilonia.</div><div class="p"> 8El resto de la historia de Joaqu&#237;n, los delitos abominables que cometi&#243; y cuanto le aconteci&#243;, est&#225; escrito en el libro de los Reyes de Israel y Jud&#225;. Su hijo Jecon&#237;as ocup&#243; su lugar como rey.</div><div class="s1">Reinado de Jecon&#237;as</div><div class="r">(2 Re 24,8.15.17)</div><div class="p"> 9Jecon&#237;as ten&#237;a dieciocho#36,9: dieciocho: El texto hebreo dice ocho. Corregimos con la versi&#243;n griega y 2 Re 24,8. a&#241;os cuando comenz&#243; a reinar, y rein&#243; en Jerusal&#233;n durante tres meses y diez d&#237;as, en los que ofendi&#243; al Se&#241;or. 10A primeros de a&#241;o, el rey Nabucodonosor mand&#243; que lo llevaran a Babilonia junto con los objetos de valor del Templo, y nombr&#243; rey de Jud&#225; y Jerusal&#233;n a su t&#237;o#36,10: su t&#237;o: El texto hebreo dice: su hermano.Seguimos el paralelo seg&#250;n 2 Re 24,17. Sedec&#237;as.#2 Re 24,13.</div><div class="s1">Reinado de Sedec&#237;as</div><div class="r">(2 Re 24,18a-19.20b; Jr 52,1-2a.3b)</div><div class="p"> 11Sedec&#237;as ten&#237;a veinti&#250;n a&#241;os cuando comenz&#243; a reinar, y rein&#243; en Jerusal&#233;n durante once a&#241;os. 12Sedec&#237;as ofendi&#243; al Se&#241;or y no hizo caso a Jerem&#237;as, el profeta inspirado por Dios.#ver Jr 37&#8211;38. 13Se rebel&#243; contra el rey Nabucodonosor, al que hab&#237;a jurado vasallaje en nombre de Dios, y se neg&#243; por completo a convertirse al Se&#241;or, Dios de Israel.#Ez 17,13-15.</div><div class="s1">Deportaci&#243;n a Babilonia</div><div class="p"> 14Igualmente, todos los jefes de Jud&#225;, los sacerdotes y el pueblo multiplicaron sus infidelidades, imitando las perversiones de otras naciones, y profanaron el Templo que el Se&#241;or hab&#237;a santificado en Jerusal&#233;n. 15El Se&#241;or, Dios de sus antepasados, les advirti&#243; continuamente por medio de sus mensajeros, pues sent&#237;a compasi&#243;n de su pueblo y de su morada; #2 Re 17,13-20; Mt 23,34-35; Lc 11,49-51. 16pero ellos se re&#237;an de los mensajeros divinos, despreciaban sus palabras y se burlaban de sus profetas, hasta que estall&#243; la c&#243;lera del Se&#241;or y no hubo remedio. 17Entonces envi&#243; contra ellos al rey de los caldeos que mat&#243; a filo de espada a sus j&#243;venes en su santuario, sin tener compasi&#243;n de j&#243;venes o doncellas, de mayores o ancianos; a todos los entreg&#243; en sus manos.#Lm 5,11-14. 18Nabucodonosor se llev&#243; a Babilonia todos los objetos del Templo, grandes y peque&#241;os, y los tesoros del Templo, los del palacio real y los de las autoridades. 19Incendiaron el Templo, derribaron las murallas de Jerusal&#233;n, prendieron fuego a todos sus palacios y destruyeron todos sus objetos de valor. 20Luego desterr&#243; a Babilonia a los supervivientes de la matanza, donde se convirtieron en esclavos suyos y de sus descendientes, hasta la llegada del imperio persa.#2 Re 25,1-21. 21As&#237; se cumpli&#243; la palabra del Se&#241;or pronunciada por medio de Jerem&#237;as: &#171;Hasta que haya recuperado sus descansos sab&#225;ticos, el pa&#237;s descansar&#225; durante el tiempo de la desolaci&#243;n que durar&#225; setenta a&#241;os&#187;.</div><div class="s1">Edicto de Ciro #Lv 26,34-35.</div><div class="r">(Esd 1,1-3)</div><div class="p"> 22El a&#241;o primero del reinado de Ciro, rey de Persia, y para que se cumpliera la palabra del Se&#241;or pronunciada por Jerem&#237;as, el Se&#241;or hizo que Ciro, rey de Persia, publicara en todo su reino de palabra y por escrito lo siguiente:</div><div class="p"> 23&#171;Esto es lo que Ciro, rey de Persia, decreta: El Se&#241;or, Dios de los cielos me ha entregado todos los reinos de la tierra y me ha encargado construirle un Templo en Jerusal&#233;n de Jud&#225;. Todo aquel que de entre vosotros pertenezca a su pueblo puede regresar y que el Se&#241;or, su Dios, lo acompa&#241;e&#187;.</div>
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