No está bienMuestra

El rechazo puede provenir de muchos lugares diferentes. . .

Puedes ser rechazado por amigos que deciden que ya no quieren salir contigo.

Puedes ser rechazado por una pareja que decide que es hora de romper.

Puedes ser rechazado por un equipo deportivo para el que intentas participar, un trabajo o una universidad a la que postulas, o una beca que pensabas que obtendrías. Y aquí está la cosa. . . No importa de dónde venga ese rechazo, siempre duele. No hay nada más fácil. El rechazo siempre se siente personal. Siempre es difícil superarlo y seguir adelante.

No importa de dónde venga esa fuente de rechazo, siempre puedes llevarlo al mismo lugar. Pedro escribe en la lectura bíblica de hoy que podemos echar todo nuestro estrés y preocupación a Dios. Puede que estemos sufriendo por un tiempo, pero Dios promete tomar nuestras preocupaciones, estrés y, sí, incluso nuestro rechazo. Eso no significa que el dolor desaparecerá de la noche a la mañana. No es así como funciona el rechazo. Pero sí significa que no tenemos que pasar por esto solos.

Pedro también tiene otro buen recordatorio en la lectura de hoy. . . ¡No somos los únicos que estamos pasando por esto! Cuando nos sentimos rechazados, es fácil sentirnos solos. Pero la verdad es que muchas personas han pasado por lo mismo y finalmente salieron del otro lado. Puede que ahora no lo parezca, pero algún día tú también lo sentirás.