Adorando a DiosMuestra

Adoración: estilo de vida

Cuando tocaba el oboe en una orquesta sinfónica, aprendí que cuando el director quiere una pieza, quiere que cada miembro la practique durante la semana. Así que tuve que llevar a casa la partitura conmigo. Y el resultado del ensayo de la orquesta dependió de cómo cada uno se había hecho cargo de su propia parte.

Igual es con la adoración. Si somos hipócritas, si nuestra profesión de fe carece de realidad, cuando vamos a la iglesia a cantar y adorar, estaremos desafinados y no haremos música que sea agradable a Dios.

Lo que somos individualmente, las veinticuatro horas del día, es más importante que lo que sucede en la iglesia una vez a la semana. El secreto de la adoración aceptable descansa en como somos en casa o en el trabajo, cuando estamos solos y nadie sabe lo que hacemos. Descansa en nuestro estilo total de vida.

La forma en que nos guardamos de la hipocrecía, seis días a la semana, es viviendo en nuestra vida la Palabra de Dios. Para hacer esto, debemos eliminar toda amargura de nuestra vida. Debemos buscar estar llenos de amor con perdón total y aceptación mutua. Debemos vivir vidas sacrificiales, buscando a cada momento solo amar y servir a Dios en santidad, humildad y oración.