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 <div class="chapter ch3" data-usfm="1TH.3">
 <div class="label">3</div><div class="p"> 1Por eso, no pudiendo aguantar ya m&#225;s, decidimos quedarnos solos en Atenas#Hch 17,14-16; 1 Co 3,9. 2y enviaros a Timoteo, hermano nuestro y colaborador en el anuncio del mensaje salvador de Cristo, con la misi&#243;n de fortaleceros y animaros en la fe, 3para que ninguno sucumba ante esas pruebas a las que, como sab&#233;is, estamos destinados.#Mc 13; Hch 14,22; Ap 2,2-10; 7,14; Ef 3,13; 2 Tm 3,12. 4Ya os lo anunciamos estando entre vosotros: &#171;Es preciso que sobrevengan dificultades&#187;. Y es lo que ha sucedido, como bien sab&#233;is. 5As&#237; que, no pudiendo aguantar ya m&#225;s, envi&#233; [a Timoteo] para que me informara acerca de vuestra fe, no sea que os hubiera seducido el Seductor y todo nuestro esfuerzo terminara siendo bald&#237;o.#Flp 2,16.</div><div class="s1">Alegr&#237;a y acci&#243;n de gracias por las buenas noticias</div><div class="p"> 6Pero he aqu&#237; que Timoteo acaba de regresar de visitaros trayendo muy buenas noticias sobre vuestra fe y vuestro amor. Nos asegura que conserv&#225;is un buen recuerdo nuestro y que est&#225;is tan deseosos de vernos como lo estamos nosotros de veros a vosotros.#1,3; 2 Ts 1,3. 7Por eso, hermanos, en medio de tantos sufrimientos y tribulaciones como hemos tenido que soportar por vosotros, hemos sentido el consuelo de vuestra fe.#2 Co 7,7. 8De modo que ahora, al saber que os manten&#233;is fieles al Se&#241;or, hemos vuelto a vivir.</div><div class="p"> 9&#191;C&#243;mo podremos agradecer a Dios toda esta inmensa alegr&#237;a que nos hac&#233;is sentir en presencia de nuestro Dios?#1,2; 2,13. 10Insistentemente, de d&#237;a y de noche, pedimos a Dios que nos conceda veros personalmente para corregir las deficiencias de vuestra fe. 11Que Dios, nuestro Padre, y Jes&#250;s, nuestro Se&#241;or, nos encaminen felizmente hasta vosotros. 12Que el Se&#241;or os llene a rebosar de un amor mutuo y para con todos tan grande como el que nosotros sentimos por vosotros.#5,15; Flp 1,9. 13Que os haga, en fin, interiormente fuertes e irreprochables en cuanto consagrados a Dios, nuestro Padre, para el d&#237;a en que Jes&#250;s, nuestro Se&#241;or, se manifieste acompa&#241;ado de todos sus elegidos.#Flp 1,10; Za 14,5; 2 Ts 1,7.</div>
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