Proyecto Biblia | El Reino Al Revés / Parte 1 - LucasMuestra

A medida que nos acercamos a los siguientes capítulos de Lucas, tengamos en cuenta las palabras de Jesús después de leer el pergamino de Isaías. Jesús es de quien Isaías hablaba todo el tiempo. Él es el elegido que traerá buenas noticias a los pobres, sanará a los quebrantados de corazón y liberará a los cautivos. "Hoy se ha cumplido esta Escritura", dijo Jesús. Las historias que siguen a esta declaración muestran cómo son las buenas noticias de Jesús. En esta sección de Lucas, las buenas noticias de Jesús aparecen cuando él llena milagrosamente las redes de los pescadores cansados, al curar a un hombre con lepra, al perdonar a un paralítico y al reclutar a un recaudador de impuestos socialmente despreciado para su misión. Todo esto causó una gran conmoción entre los grupos religiosos y, para colmo, Jesús curó una mano paralizada en el Sabbat, el día de descanso. Los líderes religiosos no estaban contentos. No podían entender por qué Jesús estaba rompiendo sus leyes judías del Sabbat y pasaba su tiempo tranquilamente con gente que había hecho tan malas elecciones. Pero Jesús defendió a los afligidos y explicó a los líderes religiosos el corazón de la ley judía y la naturaleza de su Reino al revés. Les dijo que es como un médico que cuida de los enfermos, no de los sanos. Aclaró que el día de descanso se trata de la restauración de los heridos. Jesús es el restaurador. No reclutaba a la élite de la sociedad, sino que restauraba a los afligidos. Y cuando los afligidos lo seguían, eran restaurados y se unían a su misión. Lee, reflexiona y responde: •Quienes reciben la libertad restauradora del Mesías (Isaías 61:1-3) son los mismos que comparten su libertad para restaurar a otros (Isaías 61:4). ¿Cómo cumple Jesús la profecía de Isaías en el relato de Lucas? •¿Cómo has experimentado la libertad restauradora de Jesús? ¿De qué manera puedes compartir esa libertad esta semana? •¿Cómo respondieron Simón, Santiago, Juan, las multitudes, el leproso, el paralítico y sus amigos, los escribas y fariseos a la buena noticia de Jesús? ¿Cuál es tu respuesta hoy? • Convierte tu lectura y reflexión en una oración. Agradécele a Dios por su corazón restaurador. Habla con él sobre dónde sientes la necesidad de restauración en tu propia vida y comunidad. Él te está escuchando.