ESPERANZA ACTIVAMuestra

ESPERANZA EN ACCIÓN

La esperanza en sí misma no cambia nada. La esperanza en acción sí lo hace. La esperanza es un buen punto para iniciar y las Escrituras hablan sobre una esperanza vana, quiere decir que también hay una genuina.

Hay personas que viven en esperanzas vanas, están esperando que cada año pase algo, que en sus vidas, trabajo, matrimonio, en la crianza de hijos, deporte, finanzas haya un cambio. Y tienen esperanza de ello, pero solo se queda en el pensamiento.

La esperanza puede ser un catalizador para el cambio y para ello hay que fundamentarla en la fe. Quiero que entienda algo: sin fe no hay esperanza, porque la fe se basa en una persona (Jesús) y no en el optimismo.

El optimismo es bueno, yo prefiero a los optimistas que a los pesimistas pero el optimismo se diferencia de la esperanza porque tiene su fundamento en los buenos deseos. En cambio, la esperanza tiene su fundamento en la promesa de alguien superior a ti, y lo que ha hecho. No hay alguien que esté por encima de Dios.

Puedes ser un hombre o una mujer de fe, la pregunta es: ¿Jesús es el fundamento de tu fe? No necesito tener una fe grande, lo que necesito tener un Dios grande. Hay quienes tienen una fe muy grande en algo tan pequeño y por eso se frustran. Para no vivir así necesitas depositar tu confianza en Jesús, Él es el autor de la esperanza y fe.

La esperanza es como las vías del tren y la acción es como el tren que va por esas vías. Así que cada día cuando amanece tú debes preguntarte: ¿Qué ha prometido Dios para mi vida?¿Qué ha dicho Dios para mí?Cuando te haces estas preguntas entonces colocas las vías de tu día, ahora coloca la locomotora que es: Si esto fue lo que prometió Dios para mí, ¿cómo debería actuar? Si Dios dijo esto, ¿cómo debería ser mi conducta y mi actitud?

Juan "El Bautista", tenía la promesa que abriría el camino para Jesús, y actuó conforme a esa promesa, hizo de su vida, una que contaba para la historia De Dios y abría paso para Jesús.

Hagámoslo práctico:

- ¿Qué puedo aprender de la vida de Juan?

- ¿Qué promete Dios para mi vida?

- ¿Qué debo hacer ahora mismo para acompañar esa promesa?

- ¿Qué conducta o actitud debo tomar?

Recuerda que quien no tiene fundamento no tiene una verdadera esperanza. Entendamos que la esperanza verdadera no es un deseo pasivo sino más bien como una búsqueda activa. Gracias por permanecer hasta el final, espero que mi historia haya podido sumar a la tuya y a su vez a la de otros a través de ti.