Una mente clara y descansada

Una de las cosas que más caracterizan a Dios es Su paciencia. ¡Él tiene tanta paciencia con nosotros!

Él es realmente el mejor Padre que existe, y Él sabe tener paciencia con nosotros, aun cuando nos desviamos y caemos en las zanjas del camino, o tomamos malas decisiones.

Me gusta mucho cómo Jesús responde a Marta. Ante esos reclamos podía sentirse atacado o intimidado por el comentario de Marta, ya que en cierta forma le estaba reconviniendo, y le estaba diciendo qué es lo que tenía que hacer.

Jesús hubiese podido replicar a Marta de una forma un poco cortante, irritado, intentando reafirmar Su autoridad frente a ella y los demás.

Sin embargo, Él no tenía necesidad de hacer nada de eso. ¿Sabes por qué? Porque su mente estaba descansada y clara.

Sus tiempos de oración con el Padre, así como Su comunión con el Espíritu Santo, le ayudaban a tener sus pensamientos, emociones y sentimientos bien alineados, y a no dejar a la inseguridad, al enfado o el temor tomar ninguna ventaja.

Es por eso que, en lugar de defenderse o de sentirse atacado, Jesús responde a Marta con cariño. Es capaz de ver que es una hija preciosa que está nerviosa, y que ha perdido los papeles en su deseo de agradarle.

Él repite su nombre al principio dos veces, y le habla con confianza, apuntando a su verdadero problema: "Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas..." (Lucas 10:41).

Cuando tenemos muchas cosas en nuestra mente y en nuestra lista de tareas, es fácil que nuestra alma entre en esos estados de estrés de los que hablamos ayer, y que la ansiedad tome el control de nuestra vida.

Querido/a amigo/a, si ese es tu caso, ¡hoy hay libertad para ti! Jesús conoce tu corazón, y quiere ayudarte a ser libre de esos sentimientos para que puedas vivir con tranquilidad, con gozo, y disfrutando cada día de Su Presencia.

¡Eres un Milagro!

Christian Misch