Booz - El director general afable

Rut 2:4-6 - Mientras ella estaba allí, Booz llegó de Belén y saludó a los segadores. "El Señor esté con vosotros", les dijo. "El Señor os bendiga", respondieron los segadores. Entonces Booz preguntó a su capataz: "¿Quién es aquella joven de allí? ¿De quién es?" Y el capataz respondió: "Es la joven de Moab que regresó con Noemí". (NLT)

La Biblia describe a Booz como un "hombre rico e influyente" (Rut 2:1), pero a pesar de su influencia y su dinero, en el pasaje de hoy vemos que Booz no estaba muy alejado de sus trabajadores en el campo. Booz era una persona afable y cercana.

Booz respetaba a sus empleados lo suficiente como para saludarlos. A pesar de regresar de lo que pudo haber sido un largo viaje desde Belén, Booz se tomó el tiempo para reconocer a sus trabajadores con una bendición del Señor.

Parece que esto podía ser habitual, ya que sus empleados no se escandalizaban ni temían responderle. Muy a menudo, en el lugar de trabajo moderno, los empleados se quedan atónitos cuando su jefe interactúa con ellos porque es raro o inusual. A menudo se les traba la lengua o se callan porque no saben cómo responder.

Pero no en este caso; los obreros sabían exactamente cómo responder a su saludo (Rut 2:4 - ... "¡Que Yahveh os bendiga!" respondieron los segadores). Esto apunta a una relación habitual, causal y fácil entre el patrón, Booz, y sus empleados, los segadores.

Caminando por su campo, Booz se dio cuenta de que Rut estaba ahí por primera vez.

Rut llamó la atención de Booz simplemente porque era nueva en el campo. Él sabía quiénes eran sus segadores y quiénes debían trabajar en el campo.

Rut 2: 5 - Entonces Booz preguntó a su capataz: "¿Quién es aquella joven de allí? ¿De quién es?" (NLT)

Como líderes en el lugar de trabajo, es fácil que nos consuma lo que estamos haciendo. A menudo, estamos cansados u ocupados y olvidamos simplemente saludar o reconocer a las personas que trabajan para y con nosotros. Podemos pasar por alto saludar a un nuevo miembro del equipo o no darnos cuenta cuando alguien falta o se encuentra mal. Pero en Booz, vemos a un líder que estaba pendiente de sus trabajadores.

En la práctica, puede que esto no sea posible para los directores generales de empresas con miles de empleados, pero podemos hacer todo lo posible para, al menos, estar atentos a las personas que trabajan cerca de nosotros; las personas con las que nos cruzamos en nuestras plantas o las que nos encontramos en el ascensor de camino a nuestro escritorio. O los guardias de seguridad o recepcionistas que vemos cada mañana al entrar en la oficina y cada noche al despedirnos. Todas ellas son personas a las que podemos reconocer y con las que podemos hablar regularmente.

Podemos ser como Booz, simpáticos, cercanos, y fijarnos en las personas que trabajan para nosotros y con nosotros.