Manos ExtendidasMuestra
Lucas 15:20
Biblia Nueva traducción viviente.
"Entonces regresó a la casa de su padre, y cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio llegar. Lleno de amor y de compasión, corrió hacia su hijo, lo abrazó y lo besó".
Hay momentos donde queremos sencillamente bajar los brazos, puede que sea una adoración hermosa la que estemos escuchando, pero no tenemos fuerzas para alzar nuestras manos.
El hijo pródigo iba camino a su papá, iba lleno de vergüenza, de culpa, de dolor, pero iba camino a su padre, ensayaba en su mente lo que iba a decirle, y según las leyes judías de aquellos tiempos, un hijo rebelde que se alejara de la casa merecía la muerte.
Este hijo pródigo se estaba arriesgando, pero conocía a su papá.
Un papá bueno, bondadoso, perdonado.
Así como lo es nuestro Padre Celestial.
Cuando estás en la presencia de Dios, puedes sentir Su bondad, Su libertad y unos ojos que te ven con misericordia y amor.
¿No tienes fuerzas para levantar tus brazos y adorar? Deja que sean los brazos de Papá Dios los que te carguen hoy.
El padre del hijo pródigo lo recibió con abrazos y con manos extendidas en donde cobijarían a su hijo y la culpa, el dolor, la rabia, el tormento, la angustia se tenían que ir.
Esto es lo hermoso de nuestro Dios, ¿sabes? Que Él sabe que habrá veces donde solo necesitaremos de unos brazos levantados, y no serán los nuestros, serán los de Él.
¡No se molesta! ¡Ni te condena! Solo hay amor y perdón.
Hay fiesta porque Su hijo está con Él.
¿Tienes tus brazos cansados?
Isaías 35:3-4
"Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles. Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará".
Cuando hemos hecho muchos esfuerzos y hemos trabajado tanto, nuestras fuerzas se agotan y pensamos que no podremos reponernos de nuevo, Dios dice: No temas Yo soy tu Dios, tu fuerza no viene de ti sino de mí, y tu recompensa viene conmigo, yo te rescato.
Deja que te fortalezca hoy.
Escritura
Acerca de este Plan
Las manos de Dios no están cerradas, al contrario, están abiertas y extendidas para sanarte, bendecirte y consolarte. Hay una mano abierta sobre ti que trae bendición y favor.
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Nos gustaría agradecer a Sorely Raquel Loyo por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://linktr.ee/sorelyraquelloyo?utm_source=linktree_profile_share<sid=df984b10-a87d-4bcb-a135-74f58db4d1a4